Ha llegado el momento que, aún sabiendo que tarde o temprano llegaría, jamás queríamos que ocurriera. A tus casi 42 años dejarás de ser futbolista profesional, dejarás de capitanear al equipo de las trece barras verdiblancas, aunque todos sabemos que no hay nada más verdiblanco que tú. Estoy segura que si te pinchan, la sangre que corre por tus venas es verde esperanza.
Cuando era pequeña, a mí no me gustaba el fútbol pero yo ya decía que era del Betis. Recuerdo perfectamente que cada vez que te veía en televisión la ilusión se apoderaba de mí. Joaquín el del Betis.
Tu primera etapa apenas la recuerdo, no te voy a engañar, lo que sí recuerdo es tu paso por el Valencia, el Málaga, la Fiore, y aún en todos esos estadios eras Joaquín
el del Betis.
Recuerdo aquel amistoso Betis-Fiore en el que jugabas de violeta y mi ilusión era verte en el terreno de juego, lo que no sabía, es que apenas un año después volvería a verte vestir la camiseta más bonita del mundo.
Volviste y ya sí me gustaba el fútbol, volviste a casa a dar toda la energía que tienes por dar. Soy la primera que he sido muy crítica a veces contigo, no me escondo, pero al final has demostrado que la edad se trata de un número cuando trabajas día a día por dar lo mejor de ti.
Profesionalmente hablando, eres un ejemplo para muchos, la constancia, el esfuerzo y el trabajo, te han llevado hasta donde estás. ¿Pero qué decir de tu persona? Nos has dado una lección a todos, béticos y resto de personas del mundo. Nadie es capaz de reírse de ti
Porque no hay nadie que lo haga mejor que tú mismo. Has demostrado que en tu posición, también se puede ser una persona noble, honesta y con mucho sentido del humor. La vida es un chiste que si no tomamos a risa nos amarga. Nosotros debemos ser quienes sepamos reírnos de nosotros mismos para no dejar que nadie lo haga y nos pisotee. Eso, Joaquín, siendo quien eres, te convierte en un ser excepcional. Demostrando que la fama no tiene por qué trasladarte a una nube de la que no puedes salir.
Gracias por mostrarte al natural, gracias por mostrarnos que tú y tu familia sois como una familia cualquiera, esa piña que hacéis es incondicional y eso os hace envidiables.
Joaquín, llega el momento, dejarás de pisar el verde bajo el escudo de las trece barras, pero tú te has convertido en una de ellas. Fuiste, eres y serás siempre una leyenda de este bendito club.
Porque el fútbol está bien si sabes de qué va, pero ser del Betis es lo más bonito del mundo, y Joaquín, nadie entiende un Betis sin ti, porque tú, eres Betis. Joaquín, todos y cada uno de los béticos te llevaremos siempre en nuestro corazón, porque es imposible no quererte.
Gracias por todo, capitán. Te queremos.
Jennifer Gallego.