El Real Betis se lleva los tres puntos de El Sadar en un partido trabajado y de mucho oficio, donde los verdiblancos supieron sufrir, ser inteligentes y pacientes de cara a portería. Kike Hermoso debutó en Primera con gol y Kike García empató antes del descanso. En la segunda parte, Juanmi y Willian José certificaron en marcador para mandar los tres puntos a Heliópolis.
Sí señor. Este equipo se merece toda la confianza del mundo. Aunque desespere, aunque se empeñe en dar vida a los rivales a base de juego lento, aunque por momentos parezca defender andando y mirando, el plan de Pellegrini pasa por enchufar a toda la plantilla en una temporada muy exigente, con partidos cada tres días. Y lo está consiguiendo. Y tanto que lo está consiguiendo.
Una hora y pico antes del partido, cuando el Betis adelantó el once titular en redes sociales, todo eran dramas y lamentos, derrotismo verdiblanco puro por ver en la misma defensa a Montoya, Edgar y Kike Hermoso. Solo los muy optimistas confiaban, aunque lo hicieran con la boca pequeña. Pero la realidad es que el equipo hoy ha callado a más de uno, ha demostrado que sí compite, y que se entierran de una vez por todas los fantasmas históricos de este club. Pellegrini lo ha conseguido. Es hora de ir a muerte juegue quien juegue y contra quién se juegue.
El partido, eso sí, el que Manuel Pellegrini tiene en su cabeza: No volverse loco, no dejar espacios a las espaldas, mantener el fuego encendido y ganar con la más que suficiente pegada de este equipo. Hoy le salió bien, pero cuando no haces el tonto. Eso sí. Las estadísticas no mienten y a Pellegrini le lleva saliendo bien mucho tiempo. Y hoy no fue menos. Osasuna salió a mandar, aprovechando el factor campo, enchufando a los suyos y buscando el error en una defensa que demostró nerviosismo muy pronto. El Betis supo sufrir en los primeros compases, pero el déficit de Osasuna fue ir pasado de revoluciones, y las continuas faltas cada vez que el Betis sacaba la pelota desde atrás le daban vida a los verdiblancos, que necesitaba aire como el comer. Y es que, cuando peor lo estaba pasando, llegó el gol. Falta botada al área que despeja la defensa como puede, le cae a Kike Hermoso en el área y la empala dentro de la portería de Sergio Herrera para adelantar al Betis. Debut en Primera soñado por el madrileño.
Desde entonces, el Betis pudo controlar mejor el partido. Posesión lenta, sin muchas ideas, de Edgar a Guardado, de Guardado a Montoya y vuelta a empezar, pero Osasuna ya no era tan fiero y pudo aprovechar espacios en la defensa. Borja Iglesias tuvo el 0-2 en un pase de Canales que lo dejaba frente al portero, pero entre el molestar de la defensa y que el balón se le quedó atrás, el disparo fue malo y Herrera la sacó a córner. Y la condena del Betis es esa, que siempre que perdona lo paga. En la siguiente llegada de Osasuna, gol. Cagada de Canales que la pierde, pilla a la defensa descolocada y Kike García que acaba recibiendo solo ante Bravo. Empate en el marcador y todo el trabajo tirado por el sumidero.
En la segunda parte, guion muy parecido. Osasuna mandaba, el Betis corría detrás y achicaba agua. Los de Arrasate no generaron demasiado peligro, apenas un par de centros que asustaron. Sobre todo uno que remata Kike García entre los centrales y la manda fuera cuando todo el estadio cantaba gol. Pellegrini tardó en hacer lo cambios, pero los hizo en el momento perfecto. Juanmi y Willian José por Borja Iglesias y Aitor Ruibal. El Betis estaba fundido, parecía firmar el empate. Osasuna tenía la pelota y al Betis en su campo. Todo hacía indicar que los locales se llevaría el partido por simple insistencia.
Pero no. En una jugada que parecía no llevar a nada, Guardado se inventa un pase a Montoya dentro del área. Gana el salto con Ontiveros, se queda ante Herrera que sale a la desesperada y se la pone con mucha inteligencia a un Juanmi que solo tiene que empujarla a puerta vacía. El linier anuló el gol, pero VAR lo dio. No había ni fuera de juego ni nada punible en el salto de Montoya. El Betis se ponía por delante casi sin saber cómo y tirando de eficacia en ataque. Pellegrini volvería a mover el equipo con las entradas de William Carvalho y Joaquín. Y el portugués, aprovechando los espacios que dejaba un Osasuna a tumba abierta, se inventa un pase sobre Willian José que solo vio él en todo el campo. El brasileño la pica desde fuera de área de manera magistral, golazo espectacular y victoria en el bolsillo.
Ganó el Betis. No sin sufrir, eso va en el ADN, pero ganó. Nueve puntos para encaramarse en la parte alta y a pensar ya en el Getafe. La mejor de las noticias, que pese a las bajas el equipo compite siempre. Y eso es la gran obra de ingeniería de un chileno llamado Manuel.