El equipo de Unai Emery basa su idea en un fútbol propositivo, dominante y alegre. Es un conjunto con un magnífico trato de la posesión del balón y con diversos recursos para generar buenas situaciones en fase ofensiva. Partiendo desde el 4-3-3, el submarino amarillo busca tener la iniciativa con el fin de imponer su ritmo de juego y dominar la situación. Se trata de una plantilla repleta de futbolistas técnicamente exquisitos (Pau Torres, Parejo, Trigueros…), pero también de otros perfiles más verticales e incisivos al espacio (Pedraza, Yéremi Pino, Danjuma…) que conforman una mezcla dinámica y explosiva.
En fase ofensiva, es un equipo capaz de generar situaciones claras de gol desde cualquier registro del juego. Los de Emery poseen recursos en salida de balón mediante dos centrales dotados para ello y un pivote junto a dos interiores que dominan esas situaciones de 1vs1 y que son muy finos en la asociación. Asimismo, también tienen bazas en transición con Parejo y Trigueros conduciendo, Danjuma atacando el espacio, Yéremi Pino a campo abierto… un sinfín de argumentos. Sin la pelota defiende arriba y se reajusta constantemente para organizar la presión. Una presión que no es demasiado agresiva pero que sí adquiere mucha altura en el campo.
Al fin y al cabo, la cuestión es que está jugando muy bien y siendo superior a sus rivales, pero los resultados no están llegando. Únicamente ha ganado un partido desde la victoria en la final de la Europa League, incluyendo la pretemporada. Es una situación delicada a nivel mental dado que te sientes superior pero las victorias, que en teoría son merecidas, no se están llevando a cabo.