Ganar, ganar y ganar, sí. Pero en ocasiones, sin coser ni cantar. La temporada del Real Betis empieza a coger un tono ilusionante. No obstante, ilusionante no siempre será sinónimo de bonito, lúcido ni brillante. Eso sí, los pupilos de Manuel Pellegrini están consiguiendo lo más importante: ganar. La base del triunfo es la competitividad, una competitividad que nace del trabajo, ese mismo trabajo que desempeña la cuadrilla verdiblanca en todos y cada uno de los partidos. No todas las jornadas laborales serán buenas, pero al menos sí positivas. Y pocas cosas hay más positivas que un trabajo entregado a tiempo. El conjunto de las trece barras, primero en El Sadar y ahora en el Groupama Arena, demuestra que también es capaz de ganar sin brillar. De la matrícula de honor ante el Espanyol al notable frente al Ferencvaros. Pero más quisieran muchos volver de Hungría con semejante nota.
La de Hungría podía ser una visita trampa. Sus técnicas y herramientas de trabajo no son ni mejores ni peores, sino diferentes. Y con ellas hicieron tambalear, por momentos, los andamios del cuadro bético. Europa le está demostrando a los pupilos del técnico chileno que no hay rival sencillo. Y es que el Real Betis no se vio dominado, superado ni agobiado por el equipo de Peter Stöger, pero el de Manuel Pellegrini tampoco provocó ese efecto en su rival. A su manera, con su estilo, pero el Ferencvaros las tuvo. Pero es que los obreros del Ingeniero también le están demostrando a sus compañeros europeos del Grupo H que no se rinden fácilmente. El Real Betis tiene menos tiempo para dar a conocer el Plan 2.0 por el continente europeo, pero se está apresurando a que este duro lo máximo posible. Todavía queda la aprobación del mini-proyecto ante los socios más complicados, pero la línea a seguir es continuista. Positivamente continuista.
Continuista el equipo y muchos de sus trabajadores. Uno en especial. Definitivamente, si es que no era ya definitivo, Nabil Fekir ha asumido los galones de líder y se ha puesto a capitanear una obra de dimensiones mayúsculas. No le pesa ni la presión ni los fallos individuales. Ahí está el francés para retocar el trabajo inacabado. En numerosas ocasiones ayudado por Sergio Canales, últimamente con el apoyo de Willian José y muy sorprendentemente acompañado durante la última jornada de trabajo por Cristian Tello, pero el ‘8’ de los verdiblancos siempre está. Siempre es protagonista. Tan positivo es que Fekir esté con la flechita para arriba como que nunca esté solo, sea cual sea su acompañante. Tarde o temprano, el francés tendrá vacaciones, cogerá un resfriado o pedirá unos días de asuntos propios, pero lo importante es que el Plan no se quede huérfano.