El Real Betis se vuelve de vacío del Celtic Park tras caer por 3-2 en un loco partido donde hubo de todo y el no jugarse nada por parte de ambos equipos propició un enfrentamiento muy bonito para el espectador neutral. Weish, Henderson y Turnbull pusieron los goles locales y Borja Iglesias los del Betis, aunque el primero fue en propia puerta del portero Bain.
No fue un buen partido del Betis. La derrota no la mereció en ningún momento por las ocasiones falladas y los errores arbitrales sufridos, pero cuando un partido comienza con gol del rival seguramente algo estés haciendo mal. El Betis salió con la clásica caraja de partido intrascendente y a los tres minutos ya iba por detrás. Remate de Weish al bote de un córner y primer tanto del Celtic. Igual que en el Villamarín. Al Betis le costó entrar en el partido, pues los primeros minutos fueron sin la pelota y con el Celtic dominando.
Hasta que no fue teniendo más balón el Betis no se fue sintiendo cómodo y los espacios que dejaba el Celtic por todo el campo lo supieron aprovechar muy bien los de Pellegrini, sobre todo en las botas de Miranda, Lainez y Joaquín, los más destacados de la primera mitad. El Betis se fue al descanso teniendo ocasiones de sobra para empatar: un disparo de Joaquín en el área que va al portero, un trallazo de Paul a la escuadra, otro disparo de William Carvalho que se va rozando el palo. Ocasiones de sobra pero resultado en desventaja.
La segunda parte empezó como la primera, con el Celtic avisando en jugada rápida, pero pronto el Betis volvió a igualar la intensidad, pero solo cuando tenía la pelota. Sin ella era un manojo de nervios y los Edgar y Pezzella mostraron hoy su cara más endeble. Cada vez que el Celtic se acercaba al área de Rui Silva, era peligro. El meta portugués evitó el 2-0 atajando abajo un disparo fuerte que se colaba. Mientras, el Betis seguía encadenando llegadas y acercamientos, hasta que Borja Iglesias se topó con la suerte en un disparo potente que repele en el palo, choca en la pierna del portero y acaba entrando. Las tuvo de todos los colores y acabó marcando en la más afortunada.
Pero poco le duró la alegría al Betis. Una vez más la defensa erró en falta de contundencia a la hora de sacar la pelota y Henderson, que acababa de entrar por el lesionado Furuhashi, que a su vez había entrado por el lesionado Al Ajeti, solo tuvo que empujarla ante la pasividad defensiva en un balón desde la banda que va al corazón del área y todos miran. Demasiado castigo para un Betis que había llegado al partido. Y lo demostró, pues tres minutos después otra vez Borja Iglesias sería protagonista al batir al portero local en el mano a mano y colocar el empate a dos en el marcador.
Pero llegó el increíble esperpento arbitral, pues Edgar derriba el delantero local y el colegiado pita fuera de juego. En la repetición se vio claramente como el contacto había sido fuera del área, pero el árbitro polaco no recibió o no quiso recibir instrucción del VAR y Turnbull se encargó de poner el definitivo 3-2. Hasta el final, Pellegrini sacó la artillería con Juanmi, Willian José y Alex Moreno. El de Coín también se encontró con el palo en un remate demasiado picado en el área pequeña y volvió a mandar el Betis al limbo la enésima ocasión de gol.
El Real Betis lo puso todo para ganar y algo para perder, pero se marcha de vació de Celtic Park en un intrascendente partido que termina con la racha de victorias y deja al club sin el premio económico de la victoria o el empate.