El Real Betis sale injustamente castigado de San Mamés en un partido donde remontó el gol inicial de Iñaki Williams con sendos goles de Juanmi y Fekir, se relajó tras los cambios de Pellegrini y el exceso de suerte en el Athletic Club acabó dejando los puntos en casa. El Real Betis seguirá como tercero y en puestos Champions toda la Navidad pese a la derrota.
Demasiado castigo. El Real Betis hizo todo lo posible para ganar por primera vez en ocho partidos en casa del Athletic Club pero un exceso de suerte en los locales le privó de ello. El primer golpe de suerte fue encontrarse con un gol en el minuto dos, aunque más que suerte fue demérito de un Betis que saltó al verde de San Mamés como no se debe hacer y dejó triangular al Athletic hasta que encontró el espacio a la espalda de la defensa y Williams batió a Rui Silva en el mano a mano. El VAR, en una no concluyente repetición con el siempre polémico tiro de las líneas validó el tanto.
El Betis supo rehacerse y encontró el empate apenas cuatro minutos después. Canales se inventa un pase bombeado de esquina a esquina del área que remata Alex Moreno, el portero no la despeja del todo y Juanmi solo tiene que empujarla. El de Coín anotó por quinta jornada consecutiva e igualó un partido que se había pues muy cuesta arriba. Ese empate lo equilibró todo. El Betis comenzó a tener la pelota y a controlar a un Athletic que había salido a por todas. Con la posesión fue domando a los leones y gozó de buenas oportunidades para adelantarse, pero el 1-1 al descanso fue el resultado justo pese a la mejoría verdiblanca con el paso de los minutos.
Tras la reanudación, Fekir sería el protagonista. Primero por protagonizar una falta recibida y que acabó siendo en contra y amarilla para el francés. Demostrando una vez más lo mal tratado que es Nabil por el comité arbitral. Como no le permiten absolutamente nada cuando siempre es el blanco de provocaciones y entradas con dureza y con reiteración. A los tres minutos se reivindicaría con un auténtico golazo. Encontró a William Carvalho dentro del área, el portugués aguantó como un coloso y volvió a descargar en Fekir, que con la zurda disparó imposible para el meta bilbaíno. El Betis remontaba el partido y se hacía grande en San Mamés.
Pero el Betis tiene un problema crónico. Mientras el rival le exige actividad, cumple e iguala la intensidad. Pero cuando el partido entra en una fase de regulación es tremendamente propenso al error. Hoy se durmió y dejó que el Athletic se metiera en el partido en una jugada completamente aislada y cuando más cercano parecía el 1-3 que el empate. Otra vez Iñaki Williams que coge la banda, Bartra se equivoca dándole espacio y el delantero se inventa un zurdazo que entra por la misma escuadra. Suerte cuando la gran mayoría de esas acciones acaban con el balón embarcado en el techo del estadio.
El Athletic se metía en el partido justo cuando Pellegrini decidió quitar a Guido, que tenía tarjeta, y dar entrada a Edgar como pivote. Un experimento que no le salió del todo bien y que tuvo que enmendar dando entrada a Rodri y Joaquín. También el cambio obligado de Miranda por Alex Moreno, dolorido de la espalda. El Betis hacía aguas con las acometidas de un Athletic que comenzó a generar peligro y tuvo que ser en el 89 cuando un disparo sin peligro de De Marcos desde la frontal rebota en Víctor Ruiz y le cambia la trayectoria a Rui Silva.
Increíble. Demasiado castigo para un Betis valiente y maduro y demasiado premio para un Athletic que metió hoy tantos goles como en los últimos siete. El Betis lo intentó hasta el final, pero fue incapaz de volver a empatar el partido.
Derrota que amarga la despedida del 2021 pero que no debe empañar la sensacional trayectoria del equipo. Se acaba un año excepcional, los de Pellegrini se mantendrán en puestos Champions al menos hasta la próxima jornada ya en enero y viene ahora un más que agradecido parón de semana y media para refrescar, descansar y recuperar lesionados.