Plan XXXI: También en la oficina

Hay quienes pedían a ciertos integrantes de la plantilla bética más rendimiento dentro del terreno de juego, con los pies, que fuera del mismo, con las manos. Pues ahí está. Ante el Deportivo Alavés, en uno de esos partidos «trampa», no se quedó ni un solo pupilo de Manuel Pellegrini sin ofrecer su mejor versión. Jugadores como Nabil Fekir, Sergio Canales, Edgar González o Héctor Bellerín merecen mención aparte. Pero es que la exhibición de fútbol que dio el conjunto de las trece barras en el Benito Villamarín, que fue más allá de las individualidades, se convirtió a su vez en un espectáculo de reivindicaciones. Mientras el partido fue de «más a menos» –muy entrecomillado–, aquí iremos de «menos a más». Porque a Juan Miranda hay que pedirle más, pero más como esto. Quizás el joven obrero bético no sea el más cualificado de cuantos trabajadores conforman la cuadrilla de Manuel Pellegrini, pero en los inicios del Plan del Ingeniero ya demostró ser un miembro más que apto del equipo de trabajo. Es por eso que ver a Juan Miranda ofrecer un rendimiento similar al que le permitió ser dueño y señor del lateral izquierdo es un motivo más de celebración. Y es que lo que marcan los dedos de Juan Miranda es el camino a seguir para volver a ser la competencia perfecta de Álex Moreno.

De rendimientos «criticables» a actitudes reprochables. La profesionalidad de Andrés Guardado, tanto dentro como fuera del terreno de juego, es intachable. Bien es cierto que lo sucedido en los últimos días a raíz de #ElGranDerbi no le ha hecho ningún favor a nadie, pero a quien sí le vino de perlas la actuación del mexicano fue al Real Betis. El ‘Principito’ sacó a relucir su impecable hoja de servicios a base de balones teledirigidos. Una masterclass de cambios de juego. Esa impulsividad y frenetismo que tanto le caracteriza durante las jornadas de trabajo fueron los mismos que, quizás, le jugaron una mala pasada días atrás. Pero a la hora de ponerse manos a la obra, Andrés Guardado ya ha demostrado que, lejos de encarar la recta final de su periplo como peón del Ingeniero, va a seguir al pie del Plan. Arropado por toda la magia que atesoran el resto de centrocampistas béticos, ni siquiera el brillo de los mejores jugadores del encuentro pudieron opacar la actuación del mexicano. Ese que juega, y se exhibe, en el Real Betis. Bendito problema para Manuel Pellegrini el tener que elegir entre William Carvalho y el ‘Principito’.

«¿Y el Panda? ¿El Panda cuántos goles lleva?». Los suficientes como para que, sin ser titular indiscutible y haber bajado el nivel con respecto al último tramo de la temporada pasada, estos estén siendo tan decisivos como importantes para el cuadro bético. Para criticar –destructivamente, que no constructivamente– a los jugadores del Real Betis ya están los propios rivales del Real Betis. Borja Iglesias fue otro de los que, sin el mono de trabajo puesto, dio que mucho de lo que hablar a los espectadores más banales del Plan 2.0 del Ingeniero en las horas posteriores a la última jornada de trabajo. Un tweet, dos goles y varias bocas cerradas. Otras tantas de las que ya lleva este curso. Porque en un equipo sediento de goles como es el de Manuel Pellegrini –37 goles a favor en LaLiga, el 2º máximo anotador–, el Panda sigue demostrando que es uno de los que más ansia tiene por perforar porterías rivales. Y es que cuando hablábamos al inicio de que «hay quienes pedían…», poco o nada tienen que ver estos «quienes» con el Real Betis.