El Real Betis se planta en las semifinales de la Copa del Rey después de un espectacular partido en el Reale Arena, donde fue mejor, tuvo más ocasiones y goleó. Doblete de Juanmi y otros tantos de Willian José y Aitor Ruibal para esperar rival en el sorteo de este viernes.
Algo ha cambiado en el Betis. Ni el bético más optimista de la tierra podría imaginar que este equipo compitiera de la manera de la que lo ha hecho hoy. Es la Real Sociedad, en su casa, en la Copa del Rey y con las sensibles bajas de Guido, Guardado, Pezzella y alguno que otro más. Pues aun así, el Betis de Pellegrini firmó un brillante partido tirando de rabia, orden defensivo, intensidad y pegada.
Lo dijo Canales en el túnel de vestuario cuando las cámaras de DAZN lo pillaron dando instrucciones: “Una vez pite, intensidad”. Y así fue. El Betis igualó la intensidad de una Real Sociedad muy enchufada, pero demasiado obstinada en sacar de quicio a los jugones del Betis que de jugar al balompié. Y el Betis estuvo muy cómodo al principio. Sin sufrir en defensa, con llegada y asustando desde pronto. A los doce minutos, jugada espectacular de William Carvalho tirando de músculo para llegar a línea de fondo, robarle la cartera al defensa y regalar el pase perfecto a Juanmi, que no falló. Pidió perdón el ex txuriurdin, pero sin saber que tendría que volver a hacerlo en la segunda parte.
Antes del descanso, el Betis coqueteó con irse del partido, regalando la pelota a la Real, aunque esta estuvo poco acertada y el único peligro que generó fue un cabezazo de Mikel Merino al palo al bote de un córner y un gol de Januzaj que fue bien anulado por fuera de juego previo de Oyarzabal. El 0-1 al descanso era un regalo para el Betis, que incluso pudo doblar la ventaja en un mano a mano de Fekir que Remiro sacó con el pie muy bien.
Tras la reanudación el Betis pagó el bajón de intensidad después del descanso. En una jugada de tiralínea entre Silva, Oyarzabal e Isak todo el mundo cantaba el gol del sueco, pero un santo portugués apareció con su mano izquierda para evitar un gol cantado y obrando un milagro a la altura de muy pocos. Y eso le dio una vida extra al Betis que no supo desaprovechar, pues supo sacar rédito a las mil maravillas de los huecos que dejó la defensa local. Canales se inventó otro pase increíble para la carrera de Alex Moreno. El catalán, sin nervios ni prisas encuentra el pase atrás y otra vez Juanmi tira de cadera para cambiar el disparo con la zurda al lado contrario y con altura, imposible para el portero.
0-2 pero demasiado partido por delante. El Betis de nuevo supo sufrir atrás y aguantar las continuas faltas mediante agarrones de los jugadores de la Real y que Martínez Munuera permitió demasiado, sacando de quicio a los Fekir, William Carvalho, Canales y Borja Iglesias. Pero para ganarle a este Betis hace falta mucho más que eso. Y el 0-3 llegó de penalti, obra de Willian José, que no se lo pensó después de recibir una pitada al ingresar al campo. El penalti, muy claro. Mano de Zaldua cortando el disparo de Fekir. Tuvo el VAR que entrar.
Con el 0-3, la Real Sociedad seguía intentándolo pero sin demasiado futbol en las botas y sin saber qué hacer con la posesión. Tirando de centros laterales que siempre eran repelidos por los centrales verdiblancos. Y en otra contra, Ruibal que aprovechan un balón a la espalda, se planta ante Remiro y lo bate por alto. Otros cuatro goles por tercer partido consecutivo. Y pudieron ser más, pues Remiro evitó el quinto en un disparo de Rodri después de la jugada de Joaquín, quién entrara en la segunda parte.
Con todo en contra y contra todo pronóstico sobre el papel, el Betis no solo se ha plantado en semifinales, sino que lo ha hecho de una manera excepcional y rozando la obra maestra.