Anoche en San Petersburgo se vivió un partido muy intenso y loco, donde el tanto de Guardado desequilibraría el marcador por la mínima. Un 2-3 con ciertos tramos del encuentro donde Zenit y Betis buscaban llevarse el partido a su contexto. Los goles de Malcom y Dzyuba mostraban la flaqueza defensiva y la gran desconexión que tenía la zaga verdiblanca en el día de ayer.
Manuel Pellegrini tuvo que optar por rotar al equipo y dar minutos a Joaquín, Sabaly y Ruibal entre otros. La idea era mantener su plan de juego habitual y no amedrentarse ante un club que, a pesar de no tener ritmo competitivo, no es demasiado asequible. El partido se enfocaría sobre todo en la primera parte, donde aparecen los cinco tantos marcados del partido.
Al comienzo veíamos el ya conocido esquema del chileno, con Joaquín en esta ocasión por el carril central y dejando a Juanmi y Ruibal por las bandas. Los acompañantes de ambos eran Alex Moreno y Sabaly, el cual del último no se puede estar bastante contento. Igualmente, el Real Betis en los primeros minutos era un tráiler, iba arrasando en Rusia. El juego era dinámico y muy ofensivo, provocando que en veinte minutos llegasen dos tantos por parte de los visitantes. Pero esa gran virtud se contrarrestaba en una horrible defensa que daba libertad a Malcom y Claudinho, vitales en el juego del Zenit.
Esa libertad que ofrecía a los brasileños fue uno de los motivos por el cual el Betis tuvo que remar para poder sacar la mínima ventaja de San Petersburgo. Aquí hay que destacar al senegalés Sabaly, cuyo partido en ataque era decente pero en defensa para olvidar. A pesar de que siempre ganaba mucha altura y ofrecía apoyos a Ruibal o Joaquín, se veía muy superado por Douglas y Claudinho, dejando a la banda izquierda del cuadro ruso con todo el carril. Además, el potencial aéreo de Dzyuba dejaba también anulada a la pareja de centrales verdiblanca, ganando cinco de siete duelos por arriba.
El partido empezó a ser muy dominante para el Zenit. La posesión la manejaba el equipo de Semak sin dar opciones al equipo verdiblanco de conseguir conectar el ataque. Aún así, los de Pellegrini supieron aguantar las estocadas de los rivales y poder llevarse ese vital triunfo fuera de casa. Próximo destino, Sevilla, para recibir al Mallorca en casa.