Partido no apto para cardiacos, empate más que suficiente y el Real Betis que ya está en los octavos de final de la Europa League después de que la victoria en San Petersburgo bastara como resultado tras el cero a cero de la vuelta. El Zenit tuvo más llegada, le anularon un gol en el descuento pero el Betis volvió a demostrar que es muy difícil ganarles.
Objetivo cumplido. El Real Betis ya está en los octavos de final después de deshacerse de un combativo y noble Zenit de San Petersburgo que le puso las cosas muy difíciles en el global de la eliminatoria. Los verdiblancos fueron mejores, o al menos marcaron más goles, y eso es lo que cuenta. Volvimos a ver a ese Betis al tran tran, que no propone tanto, al que le falta chispa y reservón, pero de momento le da.
Y el partido durante los primeros cuarenta y cinco minutos era lo que todos firmaban. Sin apenas ritmo, lento, aburrido, sin ocasiones y con cero a cero en el marcador. Pellegrini sorprendió con pocas rotaciones, y casi que menos mal, pues un equipo más mermado por los cambios hubiera sucumbido al final visto lo visto. El Betis se defendía bien de las tímidas acometidas del Zenit, que lo apostaba todo al juego por las bandas y la velocidad de Malcom. Con la pelota el Betis era lento y casi previsible. Muy poco de Fekir, que hoy volvía a Europa después de tres partidos de sanción y Alex Moreno volvió a ser el mejor en una primera parte de bostezo y cabezada.
Tras el descanso, Betis y Zenit dieron los lógicos pasos atrás y al frente respectivamente. Los rusos poco a poco iban ganando terreno desde la posesión, el Betis cada vez estaba más atrás y todo parecía abocado a que en alguna llegada el Zenit encontraría premio. Y así fue. Jugada por banda de Malcom, pase raso al área y Yuri Alberto solo tiene que empujarla. El gol fue anulado por un claro fuera de juego previo.
El gol pareció espolear al Betis y los verdiblancos tuvieron las mejores llegadas de todo el partido. Dos balones al palo en sendos córners, primero en la cabeza de Guido y luego en la de Edgar. El Betis parecía que finiquitaría la eliminatoria en un golpe de timón, pero las mejores ocasiones se fueron al limbo y el peligroso empate a nada seguía en el marcador.
Los cambios no ayudaron. Canales y Fekir dejaron su sitio para Joaquín y William Carvalho. El Betis perdió peso en ataque y lo apostó todo a evitar un gol en contra. Las continuas llegadas con peligro del Zenit hacían presagiar lo peor, y las sospechas se confirmaron cuando justo antes del descanso, Chistyakov remata en área pequeña un córner y la pelota se cuela ante la mirada atónita de la defensa. Por suerte, o por obra de la Divina Providencia, Guido se queda tumbado en el suelo quejándose de un pisotón. El VAR, alertado, revisa la jugada y observa que algo ha podido pasar. Avisa al colegiado y éste va a la pantalla.
En la imagen se puede observar como Barrios pisa a Guido y le impide saltar. Un contacto leve, pero suficiente para que el colegiado tuviera claro que el gol debía ser anulado. Se celebró en el Villamarín como un gol. Ese tanto hubiera mandado el partido a la prórroga. Pero justo antes del final, el Betis concedería el enésimo córner de la noche y que remataría un jugador visitante. El tiempo pareció detenerse cuando el balón pasó rozando el larguero, pero el colegiado indicó que no había tiempo para más.
El Betis cumple en el primer partido de la trilogía Europa-Liga-Copa, ya espera rival en el sorteo de este viernes y tocará recuperar de cara all derbi del próximo domingo en el Pizjuán, donde esperamos ver la versión más representativa de este equipo, la que se ha debido estar guardando en estos últimos partidos de trámite. Esperemos.