El RC Celta del Chacho Coudet ha sido uno de los equipos más reconocibles de LaLiga tras la llegada del técnico argentino. Mediante su peculiar esquema que parte desde el 4-1-3-2, ofrece una idea de juego alegre, ofensiva y muy atrevida. En este sentido, durante esta temporada está teniendo problemas para imponer su filosofía frente a sus rivales.
En fase ofensiva es un equipo propositivo y que busca constantemente la posesión del balón para superar a sus oponentes. Sale desde atrás de forma organizada y posee la intención de plantarse en campo rival para que los jugadores más talentosos (Brais, Denis, Aspas…) combinen y se acerquen a la portería rival. Tiene magia en tres cuartos y pegada en el área gracias al genial año que está cuajando Santi Mina.
Sin la pelota es un bloque que busca la presión alta y al que le gusta presionar tras pérdida mediante los constantes esfuerzos de Renato Tapia. El peruano es quien sostiene al equipo cuando este pierde la pelota y es la figura mediante la cual el equipo del Chacho se hace fuerte por dentro.
Más allá de esta idea de fútbol, el Celta no ha conseguido acercarse esta temporada a las posiciones europeas, aunque ganar hoy ante el Real Betis le pondría a nueve puntos de Europa. La idea de Coudet no tiene muchas más oportunidades para empezar a funcionar y lograr sumar de tres más regularmente, aunque la piel del Betis del Ingeniero se paga muy cara.