La idea de Jagoba Arrasate fue una de las más interesantes en la temporada 19/20, cuando el conjunto navarro ascendió a la máxima categoría. Un estilo que, partiendo desde el 4-4-2, buscaba las bandas, el centro lateral, el ritmo alto, la presión arriesgada… una compresión del fútbol realmente atractiva. Con el paso de los meses en Primera División, el equipo de Arrasate ha ido mutando hasta convertir su esquema al 4-3-3 actual, pasando por el 4-2-3-. No obstante, la idea continúa siendo la misma.
En fase ofensiva, se trata de un bloque con un objetivo muy claro: llevar el balón a las bandas para buscar el centro lateral. Mediante el balón en largo sobre Kike García, Osasuna quiere instalarse en campo para imprimir su ritmo frenético e incorporar al área a Kike, Moncayola, Brasanac… jugadores con presencia en el último tercio. Físicamente es un equipo capaz de aguantar esfuerzos considerables. Posee la capacidad de soportar partidos a ida y vuelta, defender a campo abierto y realizar coberturas muy exigentes a nivel físico a sus compañeros.
Sin balón, el conjunto pamplonés busca una presión asfixiante arriba corriendo muchos riesgos a su propia espalda. Es un equipo con un carácter trabajador y que se esfuerza sin la pelota al máximo. Síntoma de la confianza en la idea de Jagoba. Busca la presión tras pérdida cuando se instala en campo rival con la intención de centrar desde las bandas constantemente, imprimiendo un ritmo de juego muy alto.
Además, el estado de forma de la plantilla, que llega de ganar ante el Levante y con la permanencia prácticamente cerrada, ofrece a CA Osasuna una confianza y tranquilidad que le ayudará a llevar a cabo su idea de fútbol con mayor soltura y eficacia.