El Betis cae y tropieza en el peor momento posible, en un partido bastante gris y sin apenas generar ocasiones a cuatro días de la final de la Copa del Rey. Al Elche le bastó con efectividad y con solo un tiro a puerta para hacer lo que el Betis no pudo, que puede quedarse sin plaza de Europa League si la Real Sociedad le gana al Barça.
Decía Pellegrini que jugar pensando en la final no iba a cumplirse. Pues falló El ingeniero. Todas sus palabras en la previa del partido quedaron en nada cuando el partido comenzó y se vio un Betis muy espeso, lejos de su mejor versión y desenchufado de sus jugadores clave. El once no ayudó. Sin William Carvalho y Alex Moreno este equipo es otro. Se equivocó Pellegrini en ese sentido después de haber vendido ambición por pelear la Champions.
La primera parte se resume en que el Betis no fue capaz ni de incordiar a Edgar Badía. Un remate al larguero por parte de Willian José, muy desenchufado otra vez, y sendos disparos muy lejanos de Canales que el meta catalán sacó sin mayores apuros. El Betis fue de menos a más en la primera parte, pues le costó entrar en el partido y desde el principio se vio a un Elche más metido en el ahora, sin nada más en la cabeza que ganar esta noche. Los de Pellegrini volvieron a tirar otros 45 minutos a la basura.
Y 45 y 50 y 60 y 70. El Betis era incapaz de hacerle daño a un Elche mucho más hecho y más metido en el partido. Solo Juanmi volvió a incordiar a un Edgar Badía que sacó la manopla en otro derechazo desde fuera del área. Tampoco fue capaz Willian José de colarla en un balón muerto dentro del área que con mucha potencia perdió certeza. Los cambios no aportaron nada. Muy poco de Joaquín y mucho menos de Tello. Ni Borja Iglesias tuvo ocasiones ni William Carvalho aportó la calma y la precisión que requería este partido.
Y para colmo, el guion de los partidos, muchos, que el Betis ha jugado de esta manera en los últimos meses cambió drásticamente. Cuando eran los verdiblancos los que se encontraban con el regalo en forma de penalti o de individualidad, era el Elche el que encontraba el hueco en la defensa bética para que Tete Morente batiera a Rui Silva ante la pasividad de los Alex Moreno, Pezzella y compañía. Jarro de agua fría, excesivo premio al Elche, pero toque de atención para un Betis que quiso revertir la situación cuando ya era demasiado tarde.
Los verdiblancos vuelven a perder después de siete partidos, la quinta plaza pende de un hilo y la opción de la Champions, tan vendida desde el club, parece esfumarse. Al Betis le queda la casi obligación de ganar la Copa del Rey. Como si fuera fácil.