Al Real Betis se les escapa el sueño de pelear la Champions tras el empate a cero y a nada en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe CF. Los de Pellegrini suman la tercera jornada consecutiva sin ganar ni marcar, algo que presagia un prematuro fin de temporada.
A este Betis con más de 50 partidos a las espaldas se le empieza a encender la luz del combustible en reserva. Los de Pellegrini están llegando muy justos al final de la temporada y el hecho de tener el objetivo más que certificado podría dar a pensar que influye en cierta manera en no ver con la misma intensidad estas ahora cuatro jornadas restantes. Pero la realidad es que al equipo se le nota agotado, en lo mental y en lo físico. Incapaz de tirar de genialidad y cerebro para ganar partidos que se complican.
Y eso que hoy, pese a los más agoreros, el Betis salió al verde del Coliseum Alfonso Pérez con hambre. Uno de los mejores inicios de partido de la temporada verdiblanca. Al minuto dos, Pezzella obligaba a Soria a volar para evitar el primer gol después de un cabezazo del argentino al centro de Canales tras una falta sacada en corto. El Betis desesperó a un Getafe más errático de lo normal y que jugaba muy lejos del área de Claudio Bravo. Con dinamismo, velocidad y subida por las bandas el Betis parecía tener controlado el partido, generando llegadas y disparos que provocaban los nervios y el miedo en el rival.
Pero poco a poco esa intensidad se fue igualando y la posesión, equilibrándose. A medida que el Getafe iba teniendo más la pelota se le iban quitando los miedos y empezó a ganar el confianza. Aun así, ninguna llegada con peligro para Bravo y sí para el Betis, tras un zurdazo de Fekir que obligó de nuevo a volar a Soria para evitar el gol. Ahí se acabarían las intentonas de los verdiblancos, que tras la reanudación del partido después del descanso pareció olvidarse de que debía ir a buscar un gol y sí fue el Getafe quién lo buscara con más intensidad.
Un Getafe muy afanado en ensuciar el partido y un Cordero Vega al que le empezó a preocupar equivocarse en los minutos decisivos y empezó a pitar faltas a diestro y siniestro, lo que provocó que la nula continuidad del juego pudiera hasta aburrir. Los cambios de Pellegrini no surtieron ningún efecto. Ni Diego Lainez ni Juanmi aportaron nada, e incluso hicieron buenos los minutos de Ruibal y Tello desde la titularidad. De más a menos el Betis y sin generar ni llegadas ni peligro ni ocasiones en la segunda parte. El partido corría más para área bética y era el Getafe el que demostraba estar más entero ante un Betis que empezó poco a poco a pagar el desgaste de la temporada.
Tal desgaste genera incapacidad para tener claridad de cara a enfocar áreas donde los rivales se encierran. Esa falta de lucidez la pagó el Betis con imprecisiones que generaban jugadas de menos de tres pases, y otra vez a defender. Las entradas de Joaquín y Willian José tampoco aportaron nada y pese a que el Getafe no generó ninguna llegada con peligro, el empate sabe a poco quizás por eso, porque el rival tampoco hizo mucho para ganar. Un cero a cero de manual que apenas recorta distancias con la Champions, mantiene al Betis con la misma ventaja desde la quinta plaza y deja la sensación de que las cuatro jornadas que le restan para terminar el año se pueden hacer demasiado largas.