El Real Betis recupera la senda de la victoria ganando al Valencia CF en Mestalla con un contundente 0-3, que refleja más la calidad de los verdiblancos en las áreas que el propio desempeño de un partido que fue un auténtico suplicio y que solo el primer gol del Betis sirvió para espolear.
Cualquiera que vea el resultado sin haber visto el partido pensará que el marcador refleja una contundente superioridad del Real Betis ante el Valencia CF, como pasara en la primera vuelta en el Villamarín. Pero nada más lejos de la realidad. El partido fue mucho más parejo de lo que se pueda llegar a creer, e incluso la goleada podría catalogarse como injusta para un Valencia CF que buscó el empate con ahínco, hasta que el marcador ya fue insalvable.
Porque la primera parte fue infumable. Un castigo. De esos partidos por los que habría que pedir perdón al sindicato futbolístico. Entre un Valencia CF que no se jugaba nada y un Betis en modo vacaciones y demostrando la poca gasolina que le queda en el depósito, ambos equipos fueron un despropósito tremendo. Errores, pérdidas, faltas, jugadas de no más de tres pases, balones largos que no llevaban a ningún sitio… Hubo alguna que otra llegada con cierto peligro que no acabó en nada, pero los porteros tuvieron una primera mitad muy plácida, y el espectador cuarenta y cinco minutos para echarse una siesta que mejoraba bastante lo presente.
Tras el descanso, mismo guion. Dos equipos erráticos, sin lograr el manejo del partido y con posesiones inertes muy repartidas. Eso sí, el Betis tuvo más intentos de dominar la pelota y llegar, ante un Valencia metido atrás por momentos. No sería hasta el gol del Betis cuando el partido cambiara. Una jugada rápida del Betis que acaba con la pelota en los pies de Willian José, que recorta ante tres defensores y supera la rápida salida del meta valencianista para hacer el primero del día. Willian José se reencontraba con el gol muchos partidos después.
Ese gol espoleó al Valencia, que quiso tener más la pelota y poco a poco fue embotellando al Betis en su área. No llegaba con claridad, pero si llegaba cada vez más cerca y empezaba a exigir a la defensa bética. Sin apenas ocasiones claras, Pellegrini movió el banquillo para darle frescura al equipo, dando entrada a Joaquín y Miranda. El partido estaba muy igualado y el Betis cada vez sufría más en defensa ante un Valencia más expeditivo, que le dio más ritmo al partido y que tenía mucho peligro empujando con Guedes ya en el campo.
Pero el Betis sobrevivió. El Valencia se dejó la puerta de atrás abierta al irse a por el empate y en dos llegadas rápidas los verdiblancos mataron el partido. Primero en botas de Canales, que aprovechó un balón muerto al borde del área tras la pared con Sabaly para dar uno de esos pases a la red, con el interior de la zurda y fuerte. No lo celebró el cántabro.
Y apenas un minuto después, otra contra donde Juanmi parece que no encuentra ocasión al perder comba en la jugada, cede a Borja iglesias dentro del área y el Panda dibuja a la perfección el pase a Miranda y el desmarque para que el de Olivares se la devuelva y el gallego solo tenga que empujarla para hacer el 0-3.
El Betis vuelve a ganar cinco jornadas después, se acerca de nuevo a los puestos de Champions a la espera de los partidos de Sevilla FC y Atleti y le mete ya tres más el gol average a la Real Sociedad, con un partido más. A falta de dos jornadas, el objetivo de terminar quinto parece virtual.
