Ilusiona y de qué manera la próxima temporada del Real Betis. Las expectativas generadas son muy altas tras la clasificación a competición europea por segunda vez consecutiva, así como por el título de la Copa del Rey. Es algo lógico, dada la estabilidad que presenta el club tanto a nivel económico, como a nivel deportivo, dando continuidad a un proyecto que no vislumbra aún su techo. No obstante, cabe echar un vistazo detenido al pasado para aprender de cada error cometido. En este sentido, tras cada título copero logrado, (hablamos del de 1977 y del de 2005), la siguiente temporada fue un fracaso.
Estabilidad actual
La realidad verdiblanca solo encuentra notas positivas para afrontar el próximo curso. Tan solo el lunar de la deuda que resolver antes del día 30 de junio, (algo que la directiva asegura tener bajo control y que además, es algo genérico en el resto de clubes tras la pandemia) puede enturbiar unas aguas que tan mansas están.
De vacaciones, con los deberes bien hechos. La plantilla dio el máximo en una temporada que rozó la excelencia, algo que provoca que el prestigio de estos jugadores no pase desapercibido. Una infinidad de ofertas al acecho de un grupo, que según Antonio Cordón, tiene como prioridad «mantenerse cohesionado, en lugar de acometer grandes fichajes».
Crisis de 2005
A pesar del buen cauce que sigue la entidad, es primordial tener en cuenta situaciones previas y con semejanza para no volver a cometer las mismas equivocaciones. Fue sin ir más lejos en el año 2005, tras haber alcanzado la Copa del Rey a manos de Serra Ferrer, cuando los verdiblancos dieron paso a una época de malos resultados. De hecho, la temporada siguiente el club acabó 14º en LaLiga, eliminado en cuartos de la Copa del Rey, eliminado de una fase de grupos de la Champions League en la que realizó una buena actuación junto a equipos como Liverpool, Chelsea o Anderlecht y derrotado de una manera atroz en octavos de la Europa League ante el Steaua de Bucarest.
Fue un vestuario roto, donde una lucha de intereses evitó aunar fuerzas por el bien común de un club que a su vez, estaba dirigido por una gerencia inepta, incapaz de dar relevo a una delantera compuesta por Ricardo Oliveira y Dani, lesionado ambos durante la segunda vuelta. Titulares como este de El País se dejaban ver en el verano de 2006 tras el descalabro de la temporada.
Descenso de 1978
Si mala fue la temporada 2005/06, aún peor lo fue la posterior al primer título copero conseguido allá por el curso 1976/1977. Fue bajo el mando del mismísimo Iriondo, el mismo entrenador que logró la primera Copa, como el Real Betis descendió a los infiernos de la Segunda División, aunque a decir verdad, fuese tan solo para un año. Afirmaban algunos directivos de aquella temporada, tal y como recoge Alejandro Delmás para Muchodeporte , que «cuando se descendió, Petralanda tenía en caja 16 millones de pesetas (como 96.000 € de hoy). Y así se bajó, claro».
Anecdótico, pero real
Son meras anécdotas del pasado que el mismísimo Lopera presumiese de estar en Champions sin ni siquiera haber disputado la fase previa ante el Mónaco, o también que a falta de dos semanas para el cierre de mercado, el Betis terminase la planificación de 2006/07 con Oliveira y Joaquín, sus dos estrellas, a punto de abandonar al equipo. Y lo abandonaron.
Los béticos confían en el trabajo bien hecho por Manuel Pellegrini y su cuerpo técnico, de la misma manera que dan un voto de confianza a la actual directiva. Si bien, exigen un crecimiento exponencial cada temporada, que se debe basar principalmente en aprender de errores pasados.
