«Doble pivote para William Carvalho y Guido Rodríguez…». Estas son las palabras que más hemos repetido desde que nos aventuramos a hablar de las alineaciones del Real Betis de Manuel Pellegrini. Y no es para menos. Desde momentos inmemorables, el aficionado bético ha solicitado un centro del campo de calidad, que defienda, que organice, y que se complemente de forma perfecta.
Arzu y Mehmet Aurelio, Cañas y Beñat, Beñat e Iriney, N’Diaye y Dani Ceballos, Ceballos y Petros, Javi García y Fabián Ruiz… Muchas son las parejas de baile que hemos visto en el Benito Villamarín en los últimos años, pero absolutamente ninguna es comparable a la actual. Tanto en rendimiento, como en calidad técnica y táctica.
Y si decimos que William y Guido forman un matrimonio perfecto, el párroco no podía ser otro que Don Manuel Pellegrini Ripamonti. Ha conseguido formar una sociedad inigualable, dotando a su esquema futbolístico de una tela de araña, tanto ofensiva como defensiva, muy difícil de desarticular.
Un sistema ofensivo que comienza desde la salida de balón, en la que el chileno ha provocado una mejoría impresionante con el balón en un jugador de corte defensivo como Guido. Le ha dotado de inteligencia táctica, tanto en la cobertura de zonas, como en los tempos de conducción, los toques previos a la descarga, y la capacidad de romper líneas en conducción en momentos necesarios. Promedia un 90% de precisión de pase. Es una absoluta burrada.
Y bueno, qué podemos decir en este aspecto de William Carvalho… En este sentido no es un jugador de fútbol. Es una persona que hace de un partido de fútbol una función de ballet, y simple y llanamente se dedica a danzar por el césped con el balón en los pies. Es un mero espectáculo.
Pero un matrimonio en condiciones se complementa en todos los aspectos. ¿Cómo no íbamos a hablar del apartado defensivo? Si antes era un inútil hablar de William con balón, qué vamos a decir de la calidad defensiva de Guido Rodríguez. El mejor pivote defensivo de LaLiga Santander a día 13 de septiembre de 2022. Simplemente hay que ver el campo que abarca.
Llega en la presión prácticamente al área rival, se recorre el campo de una banda a otra en las coberturas, llega a todas las esquinas defensivas para recuperar balones… Pero es que Guido se ha visto ayudado en esta tarea por William Carvalho.
El portugués ha mejorado infinitamente en este sentido. Simplemente hay que observar una serie de datos: 8.3 duelos ganados por partido, 1.3 intercepciones por partido, 2.0 tackles, y lo más destacado: 0 errores que han llevado a gol, y 0 errores que han llevado a tiro u ocasión peligrosa. Esto para un jugador que tiene el balón en sus pies tanto tiempo, es alucinante.
Al final, lo del otro día ante el Villarreal simplemente fue la recogida de todos los frutos sembrados. Una pareja inigualable que disecó a una de las más importantes de LaLiga hasta el momento. Sin este papel en el centro del campo, nada sería posible.
Representan el escudero perfecto el uno para el otro. Si uno ataca, el otro lo cubre. Si uno bascula, el otro le sigue de la forma más fiel. Si uno se planta en bloque bajo a defender, el otro no es menos. Así, sabiendo que siempre vas a tener a tu guardaespaldas, todo se hace mucho más fácil. Ojalá todas las relaciones pudieran ser, como la que tienen en el campo William Carvalho, y Guido Rodríguez.