Claudio Bravo es uno de los jugadores más importantes de la plantilla del Real Betis, tanto por rendimiento como por liderazgo. El meta chileno es uno de los artífices de que el equipo dirigido por Manuel Pellegrini esté ahora mismo donde está, y es que la temporada pasada tuvo un rendimiento soberbio, en tanto que no se notaban las rotaciones en portería; estuvo 7 partidos imbatido y solo encajó 26 goles en 21 partidos jugados.
Este verano, el Real Betis tuvo una serie de problemas económicos que hicieron que tanto los nuevos fichajes como los jugadores que habían renovado sus contratos tuvieran que esperar para ser inscritos, en el caso de Claudio Bravo, su inscripción se retrasó hasta prácticamente el último día de mercado. Esto le impidió jugar los primeros partidos de La Liga y provocó que, pese haber renovado unos meses antes, le llegaran propuestas de otros equipos.
Tal como indicó en «La Jugada de Sevilla», el interés de otros clubes fue real: «Tuve la posibilidad de salir. O me quedaba aquí o se acababa mi carrera. No voy a mentir, hubo un par de ofertas para salir, pero las desechamos», aseguraba el portero. La comodidad tanto de él como de su familia en Sevilla también hizo que solo pensara en quedarse: «Estamos muy cómodos y otra posibilidad no me agradaría. La familia es muy importante para mí y está feliz aquí».
La confianza fue un factor muy importante: «Lo pasé mal por cuanto uno quiere entrenar, pero tenía la confianza en el club de que se iba a solucionar. Me mantiene vivo ver el estado lleno y la presión que te da ver a la afición. Tengo la mente puesta aquí, estaría feliz si me quedo. Estamos muy cómodos. Es un buen club, vestuario y cuerpo técnico».
Claudio Bravo sigue siendo pieza clave y su continuidad asegura estabilidad en la portería y tener a un líder natural en el campo, a sus 39 años sigue jugando en la élite europea y afrontará una nueva e ilusionante temporada bajo el mando de su compatriota Manuel Pellegrini, la número 20 como profesional.