El presidente del Real Betis, Ángel Haro, participó este martes en una de las actividades relacionadas con el Congreso de la Asociación Española de la Prensa Deportiva, actividad en cuyo debate dejó varios titulares y habló sobre temas de bastante interés.
Primeramente se refirió al momento que atraviesa el equipo y cómo lo están llevando: «Estamos en un momento de felicidad y de ilusión, todos unidos en una misma dirección, por un conjunto de cosas. Tenemos a uno de los mejores entrenadores del mundo, sabíamos que era el idóneo cuando lo contratamos; ha conseguido que el grupo humano vaya en la misma dirección y se crea que puede ganar cualquier partido, su trabajo es impresionante. Tenemos además buenos jugadores y buena gente, identificada con el club».
Sobre los retos del conjunto de las trece barras, mostró la humildad de la que siempre ha gozado el club: «Hay que ser objetivos. Somos humildes pese al momento envidiable que atravesamos, el presupuesto número ocho. El objetivo es pelear por Europa año a año. Hay mucha diferencia de presupuesto con otros equipos. Hay que crecer poco a poco, en lo deportivo y en lo social, porque esto no es sólo un club de fútbol, pero sin marcarnos metas imposibles a día de hoy. Estamos en la Liga del cuarto hacia el octavo, deportivamente hablando».
En cuanto a los problemas con las inscripciones y el mercado señaló que se pudieron usar otros métodos como las palancas para calmar la situación financiera: «Este verano hemos tenido un problema motivado por dos años de pérdidas sin plusvalías. Cuando es mucho más intenso son los dos últimos días porque tienes jugadores por inscribir y posibles ofertas de última hora. En verano pudimos usar palancas, pero eran muy caras e hipotecaban al club. En el futuro, si son baratas y no hipotecan, se podrían utilizar, son instrumentos financieros, pero hay que tener claro que restarán capacidad para el futuro».
El máximo dirigente verdiblanco quiso recalcar también su amor por el Betis y por lo que hace: «Entré en esto por pasión. Estoy metido porque mi padre era muy bético y yo provengo de familia humilde. Estaría orgulloso de un paso que di y que no tenía pensado. Di este paso porque veíamos que el Betis volvía a la época gris, a Lopera y Oliver. Nos decidimos y ya llevamos en esto unos 7 años.»
