La actuación de Soto Grado en el Celta – Real Betis del pasado domingo no ha dejado indiferente a nadie. Lejos de polémicas sobre la expulsión de Luiz Felipe y la intervención del VAR, el colegiado riojano aplicó un criterio distinto en cuanto a las tarjetas para ambos equipos.
Así lo contaba el analista de la COPE Pedro Martín en su perfil de Twitter, indicando que el Celta de Vigo había visto cuatro tarjetas amarillas por las 26 faltas que había cometido durante el partido, siendo el equipo que más faltas había hecho en un partido de esta temporada. Por su parte el Betis vio tres tarjetas amarillas y una roja por tres faltas cometidas, siendo el equipo que menos faltas había hecho en un partido de la presente temporada.
Y es que el Real Betis se vio ampliamente perjudicado por este inexplicable criterio de Soto Grado, que cambió el listón de las tarjetas varias veces a lo largo del partido, provocando la desesperación de jugadores como Fekir y Canales en la segunda parte. Ambos vieron amarilla. El cántabro por protestar las continuas faltas del Celta y Fekir por la exagerada reacción de un jugador rival al notar la mano del francés en la cara. La otra tarjeta fue a Pezzella, en la primera parte, por encararse con un jugador rival.
Un criterio muy diferente para ambos equipos que queda para el histórico de arbitrajes raros y difíciles de entender en contra del Real Betis en las últimas temporadas, con VAR y sin VAR.