El Real Betis de Pellegrini selló ante la Roma de Mourinho su clasificación a la siguiente fase de la Europa League volviendo a mostrar su personalidad, solvencia defensiva y capacidad competitiva en el último tramo del choque para cerrar el empate sin apuros. Los del Ingeniero buscaron desde el primer momento el balón con el objetivo de desorganizar a los romanos y generarles peligro.
La primera parte fue francamente buena, pues los locales comprendieron a las mil maravillas qué debían hacer para dominar el duelo: balón, balón y más balón. Tocar de un lado a otro constantemente, monopolizar la posesión y ser vertical cuando encuentre un mínimo espacio en la zaga italiana. Con Canales, Rodri, Joaquín, Ruibal… el Betis sumaba pases tocando de un lado a otro y encontraba espacios por dentro y por fuera para generar ocasiones claras de gol.
Otro de los registros que los verdiblancos manejaron especialmente bien fue la presión tras pérdida, dirigida por un gran Andrés Guardado que mostró su buen estado de forma y comprendió de la mejor forma cuándo y cómo saltar a la presión para que los suyos pudieran recuperar. Germán Pezzella y Luiz Felipe, que casualmente fueron quienes fallaron groseramente en liga, solventaron un buen partido ganando la mayoría de duelos (9/13), anticipándose y anulando a Belotti y Abraham, dos delanteros especialmente fuertes físicamente.
En la segunda mitad, el conjunto bético fue capaz de llevarse el partido a su terreno y mostró su capacidad defensiva para cerrar el empate sin pasar ningún apuro. La Roma, además, tampoco podía permitirse perder el partido, por lo que en ningún momento llegó a asediar a los sevillanos en busca de los tres puntos. Muy buena imagen una semana más del Real Betis, que volvió a tirar de personalidad para dominar e ir a por el partido y también usó su versión competitiva para resguardar el valioso punto.