La nueva Ley del Deporte que se encuentra en la fase final de tramitación está levantando ampollas tanto en los clubes como en la propia competición, entendiendo que vulnera los derechos de los clubes y perjudica al futbol español. La posibilidad de una huelga está ahí.
Una nueva Ley del Deporte está en su fase final y podría aprobarse muy pronto. Esta nueva ley instaba en un principio a defender y preservar el futbol español a través de una serie de enmiendas que contaban con el respaldo de todos los protagonistas del deporte rey en nuestro país. Hasta que PP y PSOE, partidos mayoritarios, llegaron a un acuerdo unilateral para cambiar tres aspectos. Estos cambios no han sentado nada bien a LaLiga como organismo y a la mayoría de clubes.
Seguridad jurídica y derechos de competición
La primera enmienda que se ha eliminado ha sido la que dotaba a LaLiga y a los clubes de seguridad jurídica de cara a negocios con sus propios derechos de competición. Al eliminarse, acuerdos de patrocinios y el propio acuerdo CVC quedarían en el aire. Hace unos meses el Real Madrid llevó a juicio a LaLiga por este acuerdo, que beneficiaba al restante de equipos de Primera y Segunda (salvo a Barça y Athletic Club, que se negaron), y aunque el juez no le dio la razón, la eliminación de esta enmienda abriría la puerta a más juicios en contra de cualquier acuerdo de patrocinio de LaLiga con sus derechos propios.
Además, se eliminaría el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), encargado de velar en última instancia administrativa por todas las cuestiones de derecho deportivo. Este organismo es gratuito para los clubes y profesionales, y al eliminarse solo quedaría la opción de la justicia ordinaria: mucho más lenta y de pago.
Veto a la Superliga
La segunda enmienda que se ha eliminado ha sido la que dotaba a LaLiga de potestad para vetar a Real Madrid y FC Barcelona de sus competiciones en caso de que disputaran otras que no están aceptadas y reconocidas por la UEFA y la FIFA. Es el caso de la famosa Superliga.
En esta tesitura, Real Madrid y Barça tienen libertad absoluta para continuar con la carrera por la Superliga, la competición que vendría a eliminar a la actual UEFA Champions League, en la que un grupo de clubes seleccionados a dedo participarína y se repartirían sus propios derechos de imagen y televisión.
En otros países como Inglaterra, Alemania o Italia se han reformado y creado leyes que protegen las competiciones nacionales y evitan que sus clubes se marchen a jugar otras competiciones no reconocidas. En el caso de España, lo que se pretende es amparar a Madrid y Barça en esta guerra.
La RFEF, a su antojo
La tercera y última enmienda que se ha eliminado es la que protegía a la patronal del futbol nacional ante cualquier cambio propuesto por la Real Federación Española de Futbol. Con este cambio la Federación podrá cambiar a su antojo cualquier aspecto de la normativa de las competiciones nacionales sin necesidad de la aprobación de la patronal.
Uno de los cambios más demandados por Barça y Madrid es la de recortar equipos a la Primera División, que pasaría a tener entre 18 y 16 en los próximos años para disputar menos partidos en Liga y más en Champions o Superliga. Este planteamiento cuenta con el total rechazo de LaLiga y los clubes, y además echaría más leña al fuego a la ya complicada relación entre Javier Tebas y Luis Rubiales.
¿Y ahora, qué?
El próximo jueves 27 de octubre se va a llevar a cabo una Asamblea General de LaLiga para estudiar la situación derivada de este cambio en la nueva Ley del Deporte y las posibilidades abiertas para evitar que salga adelante. Ya se han propuesto reuniones con Miquel Iceta, Ministro de Cultura y Deportes, y con Núñez Feijoo, presidente del PP, para llegar a un acuerdo que beneficie a todas las partes.
Llegado el caso, desde LaLiga se amenaza con una huelga, aunque sería más bien un paro patronal, ya que en este caso sería un organismo el se detuviera y no los propios trabajadores. Esta huelga se llevaría a cabo a partir del 28 de octubre en todas las competiciones nacionales de LaLiga (Primera y Segunda) y hasta nuevo aviso.
Estos días serán claves para conocer qué va a ocurrir, si habrá huelga o si se llega a un acuerdo beneficioso para todas las partes.

