Objetivo cumplido, el Real Betis es líder de grupo en la UEFA Europa League. Victoria, tres puntos y de vuelta a España. El pragmatismo sobrevoló el juego del equipo verdiblanco y un único tanto de Fekir bastó para hacer los deberes con tiempo. Pero siendo sincero, no se merecía ganar. Al fin y al cabo, el fútbol va de vencer marcando más goles que el rival, pero si fuera por sensaciones, parecía que los papeles estaban cambiados. Cada partido que pasa, el Real Betis demuestra más su necesidad de espacio en el calendario, ese oxígeno que aparenta estar carente en el equipo y que perjudica y limita cada vez más por partido.
La primera parte es el fiel reflejo de lo explicado en el primer párrafo. En redes sociales he leído decenas de comparaciones de grandes equipos con el Ludogorets de anoche, y lo peor es que era cierto. Y no es por quitarle mérito al cuadro búlgaro, porque han hecho un encuentro que muestra que es un hueso duro de roer en el continente. Si les das espacio, cualquier equipo con determinación puede realizar un partido similar. Robos constantes cerca de la zona media del campo, sin generar nada en el área rival y con una aparición estelar de Edgar en defensa y Bravo en portería, una situación muy incómoda.
Más allá del estado de forma en el juego, también necesitan un respiro a nivel físico. Hasta tres sustos han llegado a haber durante el partido y que por motivos preventivos tuvieron que salir del campo para evitar males mayores. Son muchísimos minutos que están cargando muchos jugadores y está siendo muy complicado cumplir con el sistema de rotación que el míster propone.
En la segunda mitad se vio algo de luz, nuevos brotes verdes del equipo. Despertaron y volvió uno de los desterrados por lesión a inicios de temporada. Otra vez Fekir, que parece ser que busca volver a ser el jugador determinante del equipo. Se le ve hambriento, ambicioso y eso gusta e ilusiona. Ha sido un partido que dejó claras bastantes dudas o pensamientos. La teoría más importante se cumplió: este Betis necesita un respiro y el parón del mundial será crucial para volver en su mejor estado de forma.