El Real Betis se lleva los tres puntos del Reale Arena en un partido donde supo sufrir y aprovechó, como los campeones, las ocasiones que tuvo para dar dos zarpazos que le dan una victoria en tierras donostiarras, algo que se le resistía en Liga desde el año 2003.
La victoria es un pozo de petróleo para este Betis que quiere ser uno de los aspirantes al cuarto puesto de Champions que parece haber salido a subasta esta temporada. Hoy ganó como lo hacen los equipos grandes: sabiendo sufrir y metiendo las que falla tu rival. Aplicado en defensa, con Rui Silva parándolo todo y con el acierto suficiente en ataque para marcar.
Pero resultadismos aparte, el Betis jugó con fuego en una primera parte en la que fue incapaz de superar la intensidad de una Real Sociedad que quiso anular por completo a los verdiblancos. Y lo consiguió. Los primeros quince minutos fueron un monólogo de los locales, con posesión, llegada y ritmo. El Betis no daba pie con bola, nunca mejor dicho, y era incapaz de imponer su juego, perdiendo la pelota al segundo pase. Cuando el efecto de salida de la Real Sociedad se fue agotando, el Betis poco a poco pudo meterle cloroformo al partido, pero el once titular casaba muy poco con la idea de querer salir desde atrás jugando y tenerle en campo rival. Los encargados hoy era un Paul muy dubitativo y Sabaly, que se echó el equipo a la espalda en esta tarea, pero que estaba muy solo para ello. Canales era uno menos en banda izquierda, Fekir estaba demasiado arriba y Guardado no es ese jugador de creación que sacó el Betis hoy en el mediocentro. Por ello, la primera parte fue un quiero y no puedo del Betis y un ritmo y verticalidad muy alto por parte de la Real, que sin sufrir en defensa, rompía muy bien la presión bética y se plantaba en campo rival muy fácil. Eso sí, Rui Silva tampoco tuvo que intervenir demasiado.
La segunda parte pedía a gritos a William Carvalho, un jugador que sirviera de nexo entre la salida de balón y los jugadores de arriba, pero Pellegrini no le dio paso hasta mucho más tarde. La segunda parte fue mucho más igualada, con los hombres de creación del Betis más cerca de la sala de máquinas, pero sin capacidad de sorprender y sin saber de qué color iba el portero de la Real. El primer cambio fue Juan Cruz, que sustituyó a un Luiz Henrique muy perdido en la intensidad de los locales y tras dos disparos a puerta muy fáciles para Remiro.
El partido seguía muy igualado, pero se jugaba mucho más cerca del área de Rui Silva. El Betis tampoco podía elaborar ningún tipo de jugada rápida, pues la Real tenía muy claro que había que parar con falta cualquier intento de salir de los verdiblancos, pasando mucho la mano el colegiado Iglesias Villanueva con la ausencia de tarjetas que hubiera castigado a los locales merecidamente. El partido tenía tintes de que el primero que acertara una ocasión, se lo llevaba.
Y así fue, aunque quizás lo que menos se esperaba es que fuera el Betis en este caso. Pero la realidad es que los de Manuel Pellegrini supieron llegar vivos al tramo decisivo del partido y tuvieron la efectividad que su rival no tuvo. La jugada es un robo en campo rival, pues el defensor de la Real no acierta en el pase y se la da a un Alex Moreno que cabalga hacia el área y busca el pase atrás, donde Juan Cruz define a la perfección, ajustada y fuerte al palo para que Remiro no llegue. Quedaban cinco minutos.
Y el Betis sufrió. Todo el Reale Arena vio como Rui Silva se convertía en Superman volando para sacar la mano salvadora que evitaba el empate, tras un excelente remate de cabeza al bote de un córner que se iba al segundo palo. Rui Silva evitó todas y cada una de las llegadas de peligro de la Real Sociedad, siendo guardián de una defensa que volvió a mostrar mucha seguridad en los minutos finales. Y ya en el descuento y con la Real a tumba abierta, otro contragolpe de Alex Moreno desde campo propio se convierte en un cinco para uno, donde el lateral catalán se la pone perfecta a Borja Iglesias al segundo palo, donde solo tiene que empujarla.
El Real Betis pasará la semana en puestos de Champions y llegará al derbi del próximo domingo desde la cuarta posición, con la oportunidad de volver a ganar en estas citas y darle una puntilla al eterno rival. Antes, el intranscendente partido ante el HJK Helsinki del próximo jueves en el Villamarín.