El Gran Derbi del pasado domingo volvió a evidenciar la ahora sí igualdad entre ambos equipos, pero si en algo estuvo desaquilibrada la contienda fue en el castigo de las faltas para uno y otro equipo.
Y es que hasta 20 faltas comentió el Sevilla FC a lo largo y ancho de todo el partido, lo que saldó con una roja y cinco amarillas. Sánchez Martínez dejó a un lado las tarjetas para castigar las continuas faltas del conjunto de Sampaoli, que volvió a usar su mejor arma para frenar en lo méramente deportivo a un Betis muy superior futbolísticamente hablando.
Un Betis que encontró mayor castigo en las apenas seis faltas que cometió durante todo el encuentro, recibiendo dos rojas y cuatro amarillas, aunque de esas amarillas dos fueron por protestar y otra por perder tiempo. El conjunto verdiblancos es uno de los equipos más perjudicados en este sentido de LaLiga, ya que es el equipo que más faltas ha recibido esta temporada (201) y el segundo que menos faltas comete, mientras que es el equipo con más expulsiones (6) y el 12º con más amarillas (28).
Un doble rasero que está lastrando el juego del Real Betis, constantemente detenido e interrumpido por las faltas de los rivales, que se amparan en la permisividad del árbitro para contrarrestar el buen nivel futbolístico que ofrecen los de Pellegrini en cada partido