El Real Betis cae derrotado en el segundo partido del triangular internacional entre River Plate, Colo Colo y los verdiblancos, que fueron uno más en la fiesta y homenaje de despedida a Marcelo Gallardo después de casi una década en River.
Pese a lo llamativo de la goleada, el Betis cuajó un buen partido, pero totalmente lastrado por la fragilidad defensiva, que firmó una mala actuación entre Paul, Montoya, Miranda y un Edgar muy superado a la espalda. Porque los verdiblancos fueron la noche y el día en ataque y en defensa. En ataque, mucho ritmo y frescura con algunos cambios tácticos interesantes, dando libertad absoluta de movimiento a Fekir, por delante de Canales. En una banda, Aitor, y en la otra un Loren muy voluntarioso y del que nacieron buenas ocasiones. Sin duda, merece mucho más el marbellí en este equipo y ante la baja de Juanmi.
Pero en defensa el Betis fue un desastre, muy superado cada vez que River se acercaba al área de Dani Martín. El primer gol llega de un error de Montoya, que despeja mal a los siete minutos y de lo que se aprovecha Zuculini para firmar un golazo de volea desde fuera del área. Pronto también llegaría el segundo, cuando un centro desde la banda y de nuevo Zuculini remata al adelantarse al propio Montoya.
El 2-0 al descanso era un resultado corto, sobre todo para lo que ofreció el Betis en ataque, con buenas llegadas con cierto peligro, pero donde faltó acierto para dar el último pase y generar una buena posición de disparo. Fekir fue derribado dentro del área, pero el colegiado no quiso ver la pena máxima.
En la segunda parte, mismo guion. Un Betis muy propositivo con la pelota, pero lejos de generar ocasiones de peligro. Y concediendo mucho atrás, pues River volvió a aprovecharse de los espacios del Betis, anotando el tercero pronto y cerrando el partido. Otras dos desconexiones atrás que supusieron dos goles para River en la segunda parte.
El Betis fue uno más en la fiesta de Mendoza, donde se despidieron Marcelo Gallardo, el colegiado y otro jugador de River. Por suerte, del resultado no se acordará nadie, pero la imagen del Betis dista mucho de la que se le pide, sobre todo en defensa, donde hace aguas cuando no juegan al menos tres titulares.