Termina el año 2022. Un año donde el Real Betis volvió a saborear las mieles del éxito, donde el «campeones, campeones» volvió a resonar en el Villamarín, pero también el año de las vergüenzas del fútbol, de la oportunidad de Champions desperdiciada y de la preocupación por las cuentas. Así ha sido el 2022 para el Real Betis.
Un 2022 que comenzó con derrota en Liga. Con el Betis hincando la rodilla en casa ante un RC Celta de Vigo que sin despeinarse ganó con muy poco a un Betis que parecía andar todavía de vacaciones. Sin tiempo para digerir, tocaba visitar Pucela un 5 de enero y llevarse como regalo de Reyes un derbi en los octavos de Copa. Antes, el enfado generalizado por la expulsión de Alex Moreno en Vallecas con aquella jugada con Isi.
Y entonces llegaría el derbi. Un Sevilla FC con muchas bajas y un Betis que venía comiéndole el terreno a su eterno rival se veían las caras en un partido a vida o muerte. Pero el fútbol fue el mayor damnificado, al caer un palo desde la grada en la celebración del gol olímpico de Nabil Fekir, que impactó en la cabeza de Jordán. Con mucha polémica y tensión por lo que se entendía que era un show del propio jugador y el cuerpo técnico sevillista para suspender el partido, así ocurrió, y se tuvo que reanudar al día siguiente a puerta cerrada y con acusaciones de todo tipo. Al día siguiente, un gol de Canales en la segunda parte dio la victoria al Betis, que celebró el pase a cuartos y la primera victoria de Pellegrini ante el Sevilla desde su llegada al banquillo bético.
Con todo lo sucedido en el derbi todavía caliente, el Betis se abonó a las goleadas endosando cuatro goles de manera consecutiva a Alavés, Espanyol y Real Sociedad. Ésta, en Anoeta en los cuartos de Copa. La cosa se ponía seria y el Rayo esperaba en semifinales. Con tremendo carrusel de emociones, derrota en casa ante el Villarreal, antes de ganar en la ida de las semifinales por 1-2 con los goles antológicos de Borja Iglesias y William Carvalho.
Este Betis en modo rodillo aun duraría unos partidos más. Otros cuatro goles para ganar al Levante en el Ciutat de Valencia y tres para hacerlo ante el Zenit de San Petersburgo en la ida de la ronda preliminar de la Europa League. Victoria ante el RCD Mallorca con algo de apuros y la presión se le vino totalmente encima. Lo vital de estar sí o sí en la final de Copa era demasiado para un Betis todavía falto de madurez competitiva. El derbi en el Pizjuán fue una encerrona para los verdiblancos; el 0-0 ante el Zenit ya anunciaba que la gasolina estaba escasa y el 1-1 ante el Rayo en la vuelta de las semifinales, todo un aviso.
El Betis estaba en la final de Copa, pero todavía le quedaba pelear la Champions y la Europa League, donde cayó eliminado ante el Eintracht de Frankfurt pese a empatar la eliminatoria como visitante y encajar el decisivo gol en el 120. En Liga, una derrota, dos empates y tres victorias antes de la semana de la final, donde unos días antes dijo prácticamente adiós a la Champions tras caer en casa ante el Elche. Pero el 23 de abril todo cobró sentido, cuando Miranda anotó el decisivo penalti pasada la media noche. El Betis volvía a celebrar un título 17 años después y la foto de Joaquín levantando la Copa quedaría en los anales de la historia bética.
Pero todavía quedaba mucha temporada. Con un título y la clasificación europea confirmada, quedaba mejorar el sexto puesto de la anterior campaña. En las últimas cinco jornadas, dos victorias, dos empates y una derrota. El fin de fiesta de la temporada 21/22 fue el doble pasillo en el Bernabeu, donde Real Madrid y Real Betis despidieron el curso en un enfrentamiento de campeones.
22/23: Una nueva ilusión
Tras las vacaciones, la pretemporada arrancaría con el fantasma de los problemas económicos volando alrededor del Real Betis. La salidas de Tello, Joel Robles y Héctor Bellerín no sirvieron más que para dar entrada a las llegadas ya preacordadas, de Luiz Henrique y Luiz Felipe, así como el gasto de Willian José tras el periodo de cesión. La salida de Bartra ayudaría a rebajar el límite salarial, pero el Real Betis comenzó la temporada con varios jugadores sin inscribir en LaLiga, algo que terminó de concretarse el último día de mercado, gracias a las rebajas salariales y acuerdos con la plantilla en un golpe de solidaridad.
El Real Betis comenzaría la temporada como un tiro, haciendo un 9 de 9 para ser colider, pero terminó la racha cayendo en el Bernabeu ante un Real Madrid que también era invicto. Ya en septiembre arrancaría la Europa League, con victoria ante el HJK Helsinki, pero la lesión de Juanmi, que se perdería los cuatro meses siguientes de competición. Pero el equipo seguía como un tiro y volvería a encadenar victorias ante Villarreal, Ludogorets y Girona. Aunque eso sí, con ciertos apuros y las continuas bajas por lesión o sanción que lastraban las rotaciones de Pellegrini.
Llegaría el plato fuerte de la Europa League. El doble enfrentamiento ante la AS Roma de Mourinho donde el Real Betis saliera como victorioso tras ganar en Roma y empatar en casa, para certificar la clasificación y el primer puesto del grupo tras ganar también a Ludogorets y Helsinki en las últimas dos jornadas, siendo el equipo con más puntos de toda la fase de grupos de la Europa League.
Con el Mundial de Qatar acechando en el horizonte, el Real Betis vería mermados su regularidad en las victorias, sumando apenas dos en ocho jornadas para poner punto y final al primer tramo de la temporada. Ganó a la UD Almería en el regreso de Rubi al Villamarín y 0-2 en el Reale Arena, pero se dejó puntos importantes en Cádiz, Valladolid y Vigo, donde debería haber sumado, pero de nuevo las lesiones lastraron el resultado. El derbi del Villamarín no fue menos, y el Betis acabaría sobreviviendo y aguantando el empate pese a jugar gran parte de la segunda mitad con nueve jugadores.
Antes de cerrar el año, ruta sudamericana donde el Real Betis ni siquiera se acercó a algo que fuera competir en los amistosos, el regreso de Juanmi que inclusó volvió a marcar en el empate ante el Inter de Milán, el campeonato del Mundo para la Argentina de Guido y Pezzella, y el empate a cero en el regreso a la competición ante el Athletic Club.
