Nueva polémica en Villarreal, esta vez por partida doble. En un encuentro decisivo en la lucha por puestos europeos, el Real Betis salió perjudicado en hasta dos ocasiones. Ni Ortiz Arias, ni Jaime Latre acertaron en jugadas que podrán haber condicionado y mucho el partido.
Las redes sociales siguen ardiendo horas después del choque entre el Villarreal CF y el Real Betis. Aficionados de todos los colores se quejan ante una actuación arbitral que dejó mucho que desear y que lo único que hace es que, una vez más, se demuestre el bajo nivel de los colegiados en España. Polémica tras polémica, La Liga española se está convirtiendo en un lugar poco apacible para que los árbitros desempeñen su profesión; nadie dice que sea fácil, pero son ya un sinfín de acciones y los espectadores se hartan.
Con el famoso «Caso Negreira» acechando el fútbol español, a veces parece algunas actuaciones arbitrales no tienen nada que ver con pagos, sino que se dan por negligencia profesional. Hay fallos y fallos, pero que teniendo una tecnología como el VAR se sigan dando algunos como los del partido entre Villarreal y Betis, dice mucho de cómo se están haciendo las cosas hablando de arbitraje en nuestro país.
En la primera jugada polémica de este encuentro disputado el domingo, Gerard Moreno hace una entrada muy dura sobre el tobillo de Juan Miranda que perfectamente podría haber sido sancionada con una tarjeta roja directa, pero ni el juez de campo ni el de la sala VAR rectifican la decisión de sacar solamente amarilla; casualmente, en otra muy parecida, Borja Iglesias se fue «a la calle» frente al Sevilla FC en el primer derbi de esta temporada, hecho que hace preguntarse por qué no fue de igual sanción la entrada de Gerard.
Además de esta, la que más condicionó sin duda el partido fue la del gol del equipo castellonense. Tras señalar fuera de juego el linier, la acción se revisó con el video arbitraje y se dio el gol como válido. Unos cinco minutos más tarde, salió la imagen de la línea tirada por los responsables del VAR y se vieron dos errores muy claros; lo que debía ser una línea recta, parecía un circuito de F1 y se podía apreciar perfectamente cómo el pie de Aitor Ruibal estaba agrandado si lo comparábamos con la primera repetición ofrecida en televisión.
Sin exagerar, la del partido entre el submarino amarillo y los béticos, pude ser una de las polémicas más controvertidas de todo lo que llevamos de campaña; más sabiendo lo que se jugaba un Real Betis que quiere jugar la Champions League la temporada que viene y que, de haber ganado, se podría haber colocado a un punto del cuarto clasificado.