La RFEF ha publicado en su web oficial el listado de colegiados encargados de impartir justicia esta próxima Jornada 29 de campeonato liguero. El árbitro seleccionado para el partido entre Real Betis y RCD Espanyol será Alejandro José Hernández Hernández. Mientras, en el VAR se sentará De Burgos Bengoetxea.
Puede que a muchos les suenen estos apellidos, y con razón. Se trata del árbitro de aquella final de Copa entre Betis y Valencia en La Cartuja con victoria para los verdiblancos en penaltis. Muchos aún recuerdan el penalti no pitado a Fekir o las reiteradas faltas de Guillamón.
Ya esta temporada, Hernández Hernández ha coincidido con el cuadro de Heliópolis en el Real Betis 0-0 Athletic Club, partido en el cual expulsó a Luiz Felipe. En el acta de aquella roja, el colegiado canario incluyó que «mientras se retiraba a vestuarios (Luiz Felipe) se dirigió hacia la zona en la que se ubicaba el cuarto árbitro y el banquillo visitante a voces en los siguientes términos: ¡Hijos de puta!». El Betis tuvo que presentar alegaciones asegurando que aquellas palabras eran fruto de un cruce de declaraciones entre el banquillo bilbaíno (hecho que no se vio reflejado en el acta, pero sí se vio claramente por televisión) y Luiz Felipe, en ningún caso hacia el cuarto árbitro. Finalmente, sanción de dos partidos para el ítalo-brasileño.
El balance global de Hernández Hernández como colegiado del Real Betis es negativo para los verdiblancos. Entre Primera División, Copa del Rey y Segunda División, el canario ha arbitrado 28 encuentros para los sevillanos, con únicamente 9 triunfos de los béticos. 7 empates, 12 derrotas, 85 amarillas y 3 expulsiones completan esta estadística.
Entre sus actuaciones, los béticos con mejor memoria recordarán aquel polémico Ponferradina 1-1 Real Betis de 2011. La doble amarilla a Iriney, una clarísima mano local en el área que no pitó o el inexplicable gol anulado a Jorge Molina por fuera de juego en un saque de banda, protagonistas de aquella fatídica noche. También es el árbitro que no vio aquel gol del Barcelona en el Villamarín, que Mandi despeja ya traspasada la línea. Otros se acordarán de aquel Betis 1-2 Sevilla en el que no pitó el codazo en la cara de Diego Carlos a Joaquín.