Este 1 de julio Guido Rodríguez termina oficialmente su vinculación contractual con el Real Betis después de cuatro temporadas y media de época, en las que se ha erigido como un jugador de culto para gran parte del beticismo, pero cuya salida se está fraguando desde el hermetismo más silencioso.
En el minuto 20 del partido ante la UD Las Palmas el pasado 16 de mayo, Guido Rodríguez es sustituido por unas aparentes molestias. El incipiente final de temporada hacía presagiar lo que finalmente vino por ocurrir y es que el argentino se marchara del Betis por la puerta de atrás y sin una calurosa despedida en el Benito Villamarín, como si la tuvo Claudio Bravo, también terminando contrato con el Betis. Guido vivió una metáfora perfecta de lo que está siendo su marcha de Heliópolis: sin declaraciones, sin oficialidades y con solo habladurías y rumores.
Desde el pasado 1 de enero Guido es libre de negociar un nuevo contrato con cualquier club y parecía que el FC Barcelona lo tenía atado. Posteriormente las informaciones hablaban de «apalabrado» para terminar con la destitución de Xavi, quién había sido su principal valedor de cara a su llegada al Barça. Con Hansy Flick como nuevo inquilino del banquillo azulgrana y los problemas para inscribir nuevos jugadores, el fichaje de Guido por el FC Barcelona es toda una incógnita.
Algo que alimentó de nuevo los rumores sobre un nuevo intento de renovación por parte del Real Betis, quién ya había manifestado en más de una ocasión en palabras de Ángel Haro, su presidente, que el club le había mandando un ultimatum y una última oferta con fecha de caducidad. La fecha pasó, no hubo respuesta y la relación ente jugador y club se rompieron. Ahora, Guido está inmerso en la Copa América con Argentina, donde apenas lleva jugados unos minutos de la segunda parte del tercer partido de la fase de grupos en la victoria por 2-0 ante Perú.
Y es que, salvo giro dramático de los acontecimientos, Guido Rodríguez está viviendo este lunes como su primer día después de cuatro años y medio sin ser jugador del club que le ha dado todo. Mucho, o poco en realidad, ha llovido desde ese 19 de enero de 2020 en el que se presentó al mundo en un Benito Villamarín que veía como su Betis ganaba 3-0 a la Real Sociedad y Guido comenzaba a escribir su sobresaliente historia en verdiblanco. Una historia sin final feliz, con una despedida en las sombras y una salida lesionado, fuera de casa y a los veinte minutos de partido. Para nada a la altura de lo que ha sido Guido en el Betis.