El Real Betis vuelve a dejarse dos puntos en un partido donde mereció ganar en el tramo final de partido pero donde se vio muy superado en la primera mitad por la intensidad local.
El Betis sigue sin conocer la victoria en liga tras dos jornadas. Como ante el Girona, mereció más, pero la falta de pegada y de acierto volvió a condenar a un equipo que en términos generales acabó siendo mejor que un Deportivo Alavés que arrancó el encuentro superando y mucho a los verdiblancos. Una primera media hora de partido en la que el Betis no dio pie con bola, nunca mejor dicho. Un William Carvalho en el mediocentro totalmente superado, sin ser capaces de llegar a área contraria ni dar tres pases seguidos. La posesión era totalmente local, aunque sin ocasiones. El Alavés no tenía muchos argumentos para generar peligro. Solo en el extremo Carlos Vicente, que volvió loco a un Ricardo Rodríguez que demostró estar todavía muy fuera de forma y de dinámica. Tanto que Pellegrini lo sustituyó al descanso.
Tras una primera parte de menos a más y un gol anulado al Alavés por fuera de juego, la segunda parte fue evolucionando más a favor de los verdiblancos. Sobre todo después de los cambios. Pellegrini dio entrada a Abde y el Chimy Ávila y el equipo ganó en intensidad y juego, sobre todo también aupado por un Alavés que acusó el cansancio físico, dejó de tener la pelota y por ende comenzó a jugar muy lejos del área de Rui Silva.
Tanto mejoró el Betis que fueron dos las ocasiones clarísimas que acabó perdonando de manera inexplicable, y las dos en las botas de Fekir. Primero errando un mano a mano que estrelló en Sivera y luego desaprovechando un pase de la muerte que con su pierna buena no acaba por impactar bien y sale botando y desviado cuando estaba en el punto de penalti.
El Betis no podía creer lo que estaba perdonando y el partido terminó con un cero a cero y superioridad numérica por la expulsión de Sedlar derribando al Chimy siendo último jugador.