Derrota del Real Betis, la primera de la temporada, en un partido marcado por la superioridad lógica del Real Madrid y las ayudas arbitrales también lógicas.
Perder en el Santiago Bernabeu entra dentro de lo normal en LaLiga. Hacerlo con el aparato arbitral en contra, también. El Real Madrid fue mejor en el conjunto global del partido, pero necesito de las constantes ayudas arbitrales para evitar cualquier sorpresa de un Betis muy serio en defensa y fallón en ataque.
La primera parte sobre el verde del Bernabeu fue un auténtico choque de dos equipos competitivos y con las ideas muy claras. Cierto es que el Real Madrid fue de menos a más y acabó embotellando al Betis en su área, sin crear ocasiones de gol, pero los verdiblancos supieron jugar a esperar el fallo del rival, sobre todo en creación, y buscar los espacios a la contra. Eso sí, suspenso mayúsculo al Betis en este sentido, pues de todas las oportunidades en las que pudo armar un contragolpe con peligro, en todos fracasó. Malos pases, errores no forzados o falta de contundencia y agresividad para buscar la portería.
Pero el partido estaba tomando un tinte peligroso para los intereses del Real Betis, pues el Madrid cada vez estaba más cerca y a menos de encontrar el pase que creara la oportunidad de gol. Y dicho y hecho. Tuvo que ser a la hora de partido, pero con el Betis cada vez más lejos del campo rival, un pase magistral de Valverde deja solo a Mbappe delante de Rui Silva, no hay fuera de juego y el francés no falla en las distancias cortas. Se adelantaba el Madrid con merecimiento, pero el Betis lo había hecho todo bien para evitarlo.
Pero la sentencia llegaría minutos después cuando es Vinicius el que se queda delante de Rui Silva, regatea al portugués y se deja caer. El colegiado decretó fuera de juego esperando la vida extra del VAR y dicho y hecho. Desde la sala VOR llamaron a Alberola Rojas para que viese el contacto buscado por el propio brasileño que con el cuerpo ya totalmente inclinado y cayendo al suelo buscó con el pie izquierdo el contacto con la rodilla del portero. Demasiado sencillo para los árbitros de esta liga y penalti que transformaría de nuevo Mbappe.
El partido estuvo sentenciado ya desde entonces y poco o nada reseñable. Buenos minutos de Vitor Roque, dando movilidad al equipo, y un suspenso categórico en los contragolpes al desaprovechar un cuatro para dos entre Iker Losada y Assane Diao.
El Betis se marcha al primer parón de selecciones con dos puntos de nueve posibles y a la espera de que el regreso de Isco arregle este dubitativo comienzo.
