El Real Betis se lleva los tres puntos gracias, otra vez, a la aparición estelar y prácticamente dependiente de Lo Celso, que anotó el gol de la victoria en el 86 en un partido muy trabado y sin ideas.
Al Betis se le está atragantando este inicio de temporada. El cuadro de Pellegrini está acusando la falta de frescura tanto en lo físico como en las ideas. El equipo juega a la inventiva de Lo Celso, que tiene que hacerlo casi todo. Y cuando el argentino tiene que tomarse un lógico descanso de sus tareas, el equipo no juega a nada.
Hoy el RCD Espanyol le quitó la pelota a un Betis que salió al verde del Villamarín como si jugara de visitante. Plantado atrás, presionando con timidez, llegando tarde a la marca en mediocampo y dejando tocar y tocar a un Espanyol que por suerte no tiene nada de fútbol y no generó una sola ocasión en la primera mitad. El Betis, por su parte, incapaz de mantener posesiones largas que acabaran en ocasiones. Y eso que el Espanyol era un flan cada vez que perdía una pelota o regalaba algún corner o llegada peligrosa y le costaba volver a quitarse el miedo de encima. Solo Abde era capaz de generar algo de llegada y en esas fue el encargado de provocar un penalti casi al filo de descanso, pero también fue el que lo erró tirándolo a media altura y a un lado, fácil para el meta visitante.
Tras el descanso y con un 0-0 que comenzaba a alimentar los fantasmas de los recientes partidos ante Las Palmas y Mallorca, el Betis salió algo más intenso al partido, presionando algo más y generando más llegadas y disparos, aunque ninguno con claridad. Pero el paso de los minutos fue de nuevo equilibrando el juego desde la posesión y el partido se metía en una etapa valle donde el Espanyol estaba cómodo y al Betis le entrada la ansiedad.
Los cambios de Pellegrini tampoco cambiaron mucho. Vitor Roque corría como pollo sin cabeza y en la única que recibió al espacio dentro del área se hizo un lio en el recorte y la acabó perdiendo. Fornals sustituyó a Iker Losada y solo se dejó ver cuando más tarde pasó a formar parte del mediocentro para que Ruibal cayera en banda. Pues no sería hasta el 86 cuando de una jugada de pases cortos y desmarques entre Ruibal, Lo Celso y Fornals le acaba cayendo la pelota al argentino dentro del área para con la zurda ponerla al palo largo y meterla dentro de la portería. El éxtasis verdiblanco era tal como la dependencia de una vez más la aparición del único jugador capaz de meter goles esta temporada con la camiseta del Betis.
Los ocho minutos de descuento fueron un sufrimiento para la parroquia verdiblanca, que no quería ni imaginar que otros dos puntos se le pudieran ir en los minutos finales. Pero la realidad es que el Betis supo manejar muy bien ese momento del partido y el Espanyol, salvo por un par de centros y un corner, apenas inquietó la portería de un Rui Silva que paró lo que tuvo que parar.
