Tenía que ganar y ganó. Soberbio partido del Real Betis que controló e hizo sufrir a uno de los peores Valencia CF que este humilde cronista recuerda. Un equipo ramplón, jugando a lo que salga o al error del rival, muy fallón en pases sencillos y con muchas pérdidas en mediocentro. Y en defensa, un coladero que los de Pellegrini no supieron aprovechar. Y es que, por ponerle un pero a los verdiblancos, el segundo gol tardó mucho en caer y alimentó que los ches se metieran en la partido o que un simple error en defensa tirara por tierra todo el trabajo anterior. Si el resultado hubiera sido hoy de 0-5 no hubiera pasado nada.
Pero el Betis todavía no es ese equipo. Le falta confianza defensiva. La confianza que hace que los delanteros se suelten y no tengan la presión encima de tener que marcar sí o sí. Además, el partido comenzó muy igualado y equilibrado. Por no faltar a la verdad, fue el Valencia el primero en adelantarse en el marcador, pero el gol fue anulado y el fuera de juego ratificado por el VAR en la posición adelantada de Maxi Gómez. Pero el partido era la noche y el día con respecto al de Getafe. El Valencia, pese a presionar, no derrochó tanto físico y dejaba más espacios en línea de tres cuartos, cosa que dejaba muy sueltos a jugadores como Joaquín, Canales o Fekir. Emerson se notó y mucho con sus constantes subidas y ayudas por banda.
Y en una de esas llegó el tanto verdiblanco. Jugada de paciencia y fe, rondando la portería y dentro de la cocina. Jugada en una loseta que acaba con Canales recibiendo el balón en el balcón del área, la pica magistralmente para quitarse a Wass de encima y dispara con la pierna mala y la pelota acaba entrando gracias a que rebotó donde la espalda de Jasón pierde su casto nombre. Era el 0-1 y el premio a la buena primera parte verdiblanca. Y pudieron caer más, pero el cabezazo de Sanabria, después de un movimiento de killer en el área para adelantarse el defensa, no coge demasiada curva y Domenech no despeja sin muchos apuros. Sanabria, uno de los mejores hoy.
La segunda parte fue un dominio tenso del Betis. Tenía el partido dominado y al Valencia controlado. Los ches solo dispararon una vez a puerta en toda la segunda mitad y fue un disparo muy flojo de Wass desde fuera del área que Joel atrapó bien abajo. El Betis estuvo muy serio y ordenado en defensa, con un Alex Moreno que no atacó tanto y le permitió no descuidarse tanto en los repliegues. El Valencia tampoco generó jugada alguna que pudiera acabar en peligro, pero la poca confianza defensiva del Betis auguraba un posible empate en cualquier jugada aislada. Sobre todo después de que el Betis perdonara y perdonara llegadas con peligro y que hubiera matado el partido y abultado merecidamente el marcador. Mano a mano de Fekir, que le pega mal con la derecha al pase raso de Tello. Canales, igual con la derecha, que dispara alto y Domenech mete la manopla. O una carrera de Sanabria que se planta escorado ante el meta y define mal al muñeco. Demasiado perdón para un estadio tan exigente.
Pero al final se hizo justicia. Cuando el Betis parecía abocado a defender, Joaquín se saca de la chistera una carrera desde medio campo y sorteando rivales acierta a ceder a Tello que aparecía por su banda. Con algo de fortuna, pues parece que toca en Kondogbia, el disparo acaba entrando y aumentando la diferencia en el marcador. Gol de Tello. Que sellaba una buena actuación pese a errores de juvenil en algunos momentos.
Los últimos quince minutos fueron un trámite donde el Betis buscó el tercero y el Valencia intentar la machada. Solo dos minutos de descuento y los cambios de Pellegrini hasta el 75’ son claros ejemplos de cómo fue el partido. El Betis se va al parón con 9 puntos y con la condición de líder hasta que mañana vuelva rodar el balón.