El Betis fue eso, solvente ante un Elche CF que no apareció por el Villamarín en la primera parte y cuando quiso entrar ya era demasiado tarde. Los de Pellegrini dominaron de cabo a rabo la primera media hora de partido y el 2-0 al descanso se antojó corto, sobre todo después del penalti fallado de Fekir casi en el 45.
Los verdiblancos salieron con las ideas muy claras y con ganas de encarrilar cuanto antes el partido. Hubo varios avisos hasta que en el 7′ Alex Moreno encontró a Tello con un pase filtrado. El catalán de primeras la puso al corazón del área y Sanabria solo tuvo que adelantarse a la defensa y poner el primero. El primero en el marcador y el primero de un delantero del Betis esta temporada. El partido se relajó por momentos, pues el Elche necesitaba salir de la cueva e intentar acercarse a la meta de Bravo, pero a la media hora volvería a dejarse las espaldas para que Tello se quedara solo ante Badía y lo batiera en el mano a mano. Un gol de plena confianza y que la temporada pasada hubiera tenido un desenlace muy distinto.
El resultado hubiera podido ser más amplio al descanso, pero Fekir erró el penalti que había sido cometido sobre él mismo al tirarlo demasiado flojo y que Badía en dos tiempos y sobre la línea acabó deteniendo.
En la segunda mitad, el Elche movió el banquillo y despertó, pero no le sirvió de mucho más que para competir la posesión y tener alguna subida por bandas. El tercer del Betis llegó en el 56′ después de un buen balón en largo para Tello y que otra vez batió en el mano a mano a Badía para marcar su doblete y cuarto de la temporada para el catalán. Solo se desbarató el Betis una vez en defensa y por ahí llegó el gol visitante. En un balón largo para Barragán que lo acaba cediendo atrás, Emerson no acierta a tapar y Josan bate a Claudio Bravo con un certero disparo lejano. Pellegrini movió el banquillo retirando a Joaquín por William Carvalho y ganar peso en el centro del campo. Dicho y hecho. El partido, pese a igualarse en intensidad, estaba más cercano el cuarto del Betis que el segundo del Elche, pues la calidad de los verdiblancos arriba tenía más bazas para sentenciar pese a que los ilicitanos lo intentaran con más interés. Nino falló una jugada bastante clara con paradón incluido del meta chileno, pero la realidad es que el Betis tenía muy controlado el partido y supo dormir al Elche para que entregara la cuchara y no hubiera turno para las sorpresas.
El Betis vuelve a sumar de tres e irá con otra cara al Camp Nou. Con 12 puntos, y un calendario más amable por delante, los de Pellegrini tienen motivos suficientes para pensar en que la sorpresa puede ser posible la próxima semana. El problema es el de siempre.