El Betis tiene una capacidad para hacer que cualquier equipo parezca el Bayern de Munich que no entiendo como es posible que nunca le hayan dado un premio a la deportividad o a la concordia. Con poco, muy poco, el Athletic Club se cenó a un Betis errático y sin alma que deambuló por el césped de San Mamés como si no fuera con él la cosa. Una imagen que empieza a señalar a Manuel Pellegrini.
Otro partido más para la hemeroteca de la verguénza. Sin alma, sin ideas, sin coraje, sin intención… Así es imposible ganar un partido de fútbol sea cual sea el rival. El Betis no se presentó en San Mamés y acabó encajando una goleada por parte del equipo que menos goles había metido en Liga hasta la fecha y sumido en una crisis que podía llevarse por delante a Garitano. Pero no. Llegó el Betis y consiguió evitar que las listas del paro se engrosaran en estos tiempos tan complicados. Otro premio.
El Athletic salió a morder desde el principio y el Betis fue un flan desde las primeras de cambio. Después de algunos avisos, en el minuo 9′ un centro de Villalibre lo tiene que despejar Víctor Ruíz con la mala fortuna de colarla en su propia portería. A perro flaco todo le son pulgas. La realidad es que los verdiblancos parecieron reaccionar y empataron el partido con un cabezazo de Guido Rodríguez que entró pese a sacarla Unai Simón de dentro de la portería, pero el tanto fue anulado por fuera de juego previo del propio Víctor Ruíz y el partido se acabó. El Betis se era un equipo muerto sobre el césped incapaz de molestar siquiera a su rival: llegando tarde a los balones divididos, fallando pases fáciles, lentos en la carrera. El equipo daba la sensación de haber tirado la toalla desde el momento en el que se supo que Canales iba a estar algunos meses de baja. Esa apatía no se quedó en el vestuario y en el césped fue igual. Y claro, eso en la élite se paga.
A la media hora de partido llegó el segundo cuando la posible mejor noticia de la noche sería el resultado corto al descanso. Pero no. Otra desconexión en defensa, centro de Iñaki Williams, remate de Villalibre haciendo honor a su apellido y el rechace de Bravo lo cuela Capa. La peor defensa de Europa no faltó a su cita una noche más en el Prime Time del lunes. Pero Pellegrini no reaccionó. Al descanso salieron al verde los mismos que se habían arrastrado por el campo en la primera parte como si pudieran solucionarlo ellos solitos. La realidad es que el Athletic dio un lógico paso atrás y la posesión se igualó un poco más, pero el Betis no generó peligro alguno, le costaba un mundo pasar del mediocentro, pero al contrario que en el partido ante el Getafe donde los madrileños se comieron al Betis en la presión, en esta ocasión fue el propio Betis quién fruto de sus propios errores le dio vida a un Athletic que solo tuvo que estar acertado arriba para llevarse la victoria.
El tercero, más de lo mismo. Centro desde la banda, remate de Muniaín solo entre cuatro impávidos defensas, Bravo salva de primeras pero el rechace le vuelve a caer al vasco y con fortuna remata para empujarla. ¿Y el cuarto? Pues igual. Otro centro por la banda, le defensa mirando y Berenguer remata para batir al chileno. Una actuación clásica de la peor defensa de Europa. Pellegrini acabó señalado por este humilde cronista por que una vez más hizo los cambios cuando ya estaba todo el pescado vendido. Loren, Borja Iglesias y Guardado que como si no hubieran entrado. Más tarde, Lainez, la única buena noticia de los minutos finales. Una clase de desparpajo y ganas de aprovechar los minutos que es increíble que no se vea premiado con más minutos.
El Betis se va tocado y hundido de San Mamés en su octava derrota en Bilbao en ocho visitas. Pellegrini señalado, la defensa haciendo aguas y la sensación de que o Fekir se echa el equipo a la espalda o esta será otra temporada tirada a la basura. ¿No puede haber otro confinamiento?