Se acabaron todos los prolegómenos, no queda más tiempo… ¡Es el momento!
Estamos 21 diciembre y eso significa Junta General de Accionistas del Real Betis Balompié. Puede tratarse de uno de los escollos más complicados para la dupla que gobierna el club desde 2015, aunque no se produzcan unas elecciones al consejo de administración como tal, al menos de momento.
De la entrevista a Joaquín Caro Ledesma el pasado miércoles en Estilo Betis Miércoles de Onda Bética, al ser preguntado sobre la estrategia o el plan para la junta de accionistas el protagonista afirmó “allí vamos a aprobar unas cuentas y un ejercicio, veremos que opinan los accionistas”. No hay que ser un lince para entender que uno de los principales objetivos de OBEP es realizar un acto de fuerza de cara a la galería sobre el punto número uno del orden del día. El sólo hecho de provocar una ajustada votación en el sentido que sea, se trataría de un éxito para la nueva “plataforma de accionistas”. La batalla por el control del club no termina en la junta general del accionista del 21 de diciembre, más bien comienza. La estrategia de la oposición parece más a largo plazo, pero no deja de ser una fecha señalada para poder hacer visible que existe oposición, y sobre todo, demostrar al pequeño accionistas junto a ABA que están ahí y pueden hacerle frente.
Por otro lado, el pasado 18 de diciembre el consejo de administración del Betis publicaba en la web del club los candidatos propuestos a su reelección en el cargo de consejeros y los nuevos miembros propuestos a formar parte del mismo. En ese orden son propuestos a su renovación por vencimiento del plazo estatutariamente establecido los siguientes: Don Ángel Haro García, Don José Miguel López Catalán y Don José María Pagola Serra.
Es importante aclarar este aspecto en referencia al punto 5 del orden del día que como todos recordamos fue excluido del voto telemático para el accionista. La reelección supone que el plazo establecido en los estatutos del club ha finalizado por la expiración del tiempo máximo así determinado al efecto, dicho mandato según los estatutos del club es de cinco años. El Consejo de Administración conocía perfectamente que consejeros debían someter a su reelección y cuáles debía proponer. El hecho de excluir el voto telemático de este punto del orden del día conlleva una serie de cuestiones que desde Onda Bética hemos señalado. La asistencia a la junta requiere la posesión del al menos diez acciones para poder acreditarse y acudir presencialmente a la misma. ¿Qué ocurre con los pequeños accionistas? Pues estos para ver representadas sus acciones deben sindicar la acción en quien crean conveniente y este a su vez cumplir con el requisito para poder acudir a la misma acreditándose a tal efecto. Y se preguntarán ustedes, ¿qué conlleva esto? Pues desde luego poner trabas burocráticas al libre voto del pequeño accionista. Pero yo hilo más fino, ¿tenía miedo el consejo de administración del Betis que todo pequeño accionista votara telemáticamente y no pudiera salir adelante la reelección de José Miguel López Catalán? El consejero delegado debía someterse a reelección por la expiración del plazo estatutario para el desempeño del cargo, el club sabía perfectamente que José Miguel López Catalán tenía que ser refrendado por el accionariado bético ¿Qué razón tiene excluir ese punto del orden del día del voto telemático? ¿Por qué ha sido el único punto de los seis del orden del día que no se ha permitido que todo accionista vote a través de medios electrónicos como si se permite en el resto? Este humilde bético no le encuentra ninguna lógica, bueno una si, miedo.
La Junta General de Accionistas ha cambiado de lugar por acuerdo del Consejo de Administración. En un principio fue convocado en el Pabellón Municipal de San Pablo, de hecho, había una manifestación/concentración aprobada por la delegación del gobierno en protesta contra la actual junta directiva del club. Por razones de “fuerza mayor” la nueva sede será el estadio Benito Villamarín, parece ser para poder dar cabida en cumplimiento de las medidas sanitarias, a todos los accionistas que se han acreditado para acudir presencialmente.
Parece que la batalla y guerra de trincheras comienza en el accionariado Bético, como les dije al principio del artículo, la batalla por el control del club no hace más que comenzar.
¡Que Dios nos coja confesados!