Si hay un concepto que defina a la perfección la concepción del fútbol por parte de Paco López es la alegría. Partiendo desde el 4-4-2, la idea está clara: ser un equipo ofensivo, que carga el área del rival, que busca el centro, que busca la superioridad por fuera… intentar dominar a través de embotellar a su rival atacando con varios efectivos. Para ofrecerle equilibrio a esta idea tan arriesgada, Paco López ha encontrado un efectivo idóneo: Mickael Malsa. El francés, cuya posición es el pivote, ofrece inteligencia defensiva, un posicionamiento top para presionar tras pérdida y evitar que su equipo tenga que replegar.
Con el esférico, es un conjunto muy versátil. Tiene muchos argumentos para generar peligro en fase ofensiva. En ataque posicional, tiene la capacidad para generar superioridades por fuera, cargar el área, centrar, tiene futbolistas capaces de desbordar, de generar una circulación de balón rápida para generar espacios… tiene muchas variantes para hacer daño. Asimismo, en otro tipo de partidos, también es capaz de esperar en bloque bajo para contragolpear. Tiene jugadores rápidos capaces de correr al espacio para transitar con velocidad.
En fase defensiva sí es un conjunto más débil. Asume riesgos, defiende lejos de su portería, y en muchos encuentros ha sufrido por esta circunstancia. Suele plantear partidos en los que presiona en campo contrario, pero también le hemos visto enfrentamientos en los que defiende de forma posicional en campo propio, esperando para contragolpear.
Será un partido muy disputado e interesante en lo táctico ya que Paco López puede plantear un enfrentamiento de esperar al Betis o ir a presionarle, cambiándolo todo por completo.