¿Cómo iba a terminar el Real Betis el 2020 si no era al más puro estilo Real Betis? El mundo entero ansía desde hace meses que este año tan aciago en lo personal y económico termine lo antes posible y el 2021 venga cargado de mejores momentos. Los aficionados verdiblancos, que miran también por el lado deportivo, lideran dicho deseo de un nuevo año cargado de buenas noticias, pero con el medio de lo que su equipo les puede deparar. Y es que visto el camino que está tomando la entidad de las trece barras, al cuadro bético se le puede dilucidar un futuro del todo parecido al presente. Incluso más peligroso. A día de hoy, el equipo de Manuel Pellegrini es un coche que desciende cuesta abajo, sin frenos y sin nadie al volante.
Lo peor que le podía pasar al conjunto de la Palmera para terminar el año era visitar el Ciutat de Valencia. ¿El estadio de la UD Levante? Sí, el mismo en el que los verdiblancos llevan encajando cuatro goles durante tres temporadas consecutivas: 4-0 en la 2018/2019, 4-2 en la 2019/2020 y 4-3 en la 2020/2021. El campo en el que el Comandante, José Luis Morales, juega como local. ¿Quién necesita a Leo Messi o Cristiano Ronaldo como bestia negra si la del Real Betis juega en la UD Levante? Y es que el capitán de los granotas es un especialista en marcarle golazos al cuadro de las trece barras. Única y exclusivamente golazos. Además, con el doblete logrado ayer en apenas 2 minutos, el Real Betis se convirtió en el equipo al que más goles le ha hecho el capitán granota con un total de 6 en 8 partidos.
Pero no se equivoquen. El Real Betis no estuvo más cerca del equipo de Paco López en el marcador por méritos propios, sino por los deméritos ajenos. Aunque para ser justos, fue el Real Betis quien empezó el trueque de errores en Valencia. Una expulsión (clara) y un penalti (aún más claro) cuando el partido parecía encarrilado a cambio de una no salida del portero en el minuto 1 de encuentro e innumerables errores defensivos. El problema es que los verdiblancos siempre acaban perdiendo con estos intercambios. Alguien debería decirle a Joel Robles que no puje de más. No obstante, una vez los futbolistas han demostrado ofrecer un rendimiento por debajo del nivel mínimo de profesionalidad, el balón está encima del tejado del entrenador.
Y más cuando hay otros que llaman asiduamente a la puerta de la titularidad. Mucho fue el revuelo generado cuando, a falta de 30 minutos para el final del partido y con 4-1 en el marcador, Manuel Pellegrini decidió retirar del terreno de juego a Nabil Fekir y Guido Rodríguez (ambos apercibidos) de cara a reservarlos para #ElGranDerbi del próximo 2 de enero. El técnico chileno pareció tirar el encuentro ante los granotas a falta de media hora y centrarse en un choque que muchos béticos prefieren ni nombrar. ¿Qué hubiera pasado si francés y argentino hubieran estado en el terreno de juego cuando el ’10’ hizo el 4-3? Para empezar que ni Diego Lainez ni Sergio Canales, los principales responsables de que el Real Betis luchara hasta el minuto 95 por sacar un empate del Ciutat de Valencia, no habrían podido ni estar cerca de obrar el milagro.
El Real Betis no supo aprovechar ni el primer día que el VAR le sonrió ni la vuelta del mago cántabro. «¿Qué habré hecho yo en otro vida para merecer esto?», se estaría preguntando Sergio Canales tras recuperarse milagrosamente en 5 semanas y ver cómo su equipo volvía a hacer el ridículo. Si bien algunos creyeron que el capitán del Real Betis saldría a probarse de cara al derbi sevillano, el ’10’ salió a jugar. Y digo capitán porque aunque Sergio Canales no porte el brazalete, es el líder de este equipo sin alma. En la sombra o en funciones, llámenlo como quieran, pero capitán. Quizás crecimiento signifique, vista la tendencia de resultados ante la UD Levante, empatar a cuatro tantos el próximo curso y ganar por 4-5 dentro de dos. Aunque para entonces puede que el mago cántabro haya hecho las maletas y puesto rumbo a un equipo que le acompañe. O al menos a uno competitivo, pero competitivo de verdad.