Joel (4). No fue evidentemente su peor partido como bético. Sin embargo, y aunque algunos le reprochen a este humilde cronista que lo de hoy no era para tanto… sí lo era. Porque la realidad es que el gol del Celta es completamente evitable. Por la defensa, sí. Pero también por un portero que, pese a su envergadura, se esconde debajo del larguero en los saques de esquina. Los aciertos de la segunda parte (que tampoco fueron tantos) no compensan los errores de la primera.
Emerson (7). Su mejor partido en semanas. Participativo en ataque, donde cada vez se entiende mejor con Láinez, e intenso en defensa. Se volvió a parecer a su mejor versión.
Mandi (3). El peor de los once que saltaron de inicio. Fue un espectador de lujo en el gol de los visitantes, merced a una marca que descuidó de forma insultante. Ya no es que no quiera renovar, es que cuesta imaginar qué club top puede apostar por un central que lleva dos temporadas tan malas.
Víctor Ruiz (6). Algún error sin importancia no empaña otro partido muy serio de un futbolista que poco o nada tiene que ver con el de sus primeras apariciones con la elástica verdiblanca. Uno de los pilares de la resistencia que el equipo bético planteó en la segunda mitad.
Miranda (5). Empezó el partido nervioso y muy errático, sobre todo en defensa. Tal vez por eso, se le vio tan poco en ataque. Mejor en la segunda mitad.
Guido Rodríguez (7). Se resintió de sus molestias. Y no es para menos, pues en el primer tiempo tuvo que multiplicarse para corregir a la defensa y achicar el agua que desborda cuándo el equipo salta al césped con un único mediocentro puro.
Canales (8). Sin hacer su mejor partido, la victoria lleva indudablemente su nombre. Dos goles -con definición de delantero centro, por cierto- y el trabajo y la calidad de siempre. Su regreso anticipado de la lesión es la mejor noticia en clave verdiblanca en muchísimo tiempo.
Láinez (7). El mexicano atraviesa su mejor momento desde que aterrizara, hace ya dos años, en la disciplina bética. Clave en la jugada del 1-1 y un dolor de muelas constante para un sobrepasado Aaron Martín. Acabó fundido, eso sí.
Fekir (8). La noticia más alegre de la noche es volver a ver al Fekir que todos los béticos esperan. Salió a morder desde el inicio y, con permiso de Canales (al que asistió en los dos goles), se hizo el dueño absoluto del partido. Activo, inspirado y decisivo. Así sí, Nabil.
Aitor Ruibal (5). Se retiró a los 31 minutos por lesión. Antes de eso, estuvo en su línea de los últimos partidos. Esto es: trabajo e intensidad, aunque no demasiado acierto con el balón en los pies.
Loren (6). Entró perdido al campo, efectuando ciertos movimientos que resultaban algo difíciles de entender. Sin embargo, poco a poco le fue tomando el pulso al partido, hasta acabar realizando un trabajo fundamental en la aparición de los espacios que aprovechó la segunda línea.
Rodri (4). Pellegrini, que por fin tenía varias opciones para sustituir al lesionado Aitor Ruibal, abogó por dar continuidad al canterano, tras su gran actuación del domingo en Copa del Rey. Al extremeño, en cambio, no se le vio con la misma frescura que en El Molinón. Intentó compensarlo con trabajo, pero no parece que la banda sea el lugar ideal para su fútbol.
Guardado (5). Entró por Guido y acusó la inactividad y el sobreesfuerzo que supone jugar de único mediocentro (Canales ayuda, pero es otra cosa). Sufrió en los primeros minutos y se vació en los siguientes para paliar las carencias del equipo en la zona ancha.
Borja Iglesias (S.C.). Su ‘Sin calificar’ es más una cortesía profesional que una nota de verdad. Vamos a creer que sus errores en el pase y el control fueron consecuencia de entrar tan tarde. Será lo mejor.
Álex Moreno (S.C.). Entró para doblar el lateral izquierdo en el tramo final del partido. Tuvo tiempo para perder balones y lanzar carreras sin demasiado sentido, pero en una victoria, mejor tener la misma cortesía que con Borja Iglesias.
