Fea, muy fea pintaba la noche para los intereses verdiblancos cuando ayer el Alavés se puso 0-2 en el Benito Villamarín. Muchos de los espectadores béticos que se congregaban delante del televisor empezaban a pensar que la senda de buenos resultados cosechados en este 2021 llegaba a su fin con un gran batacazo ante un equipo que está luchando por no caer en descenso a final de temporada.
Vendió muy cara la piel del oso (que no panda) el equipo de Abelardo con un planteamiento defensivo muy compacto y sólido, aglutinando jugadores en la zona central del campo, incorporando ayudas defensivas sobre todo en las llegadas por banda del Real Betis, y con una idea clara cuando se recuperase la posesión del esférico, que sería la de salir en contraataque rápido, teniendo como referencia arriba a Édgar y a Joselu. El Betis disponía con el once de las últimas jornadas, con la inclusión de Juanmi en el puesto de delantero centro, y con la novedad de Nabil Fekir tras haber superado su lesión en el abductor.
Pronto se dio cuenta el Betis que el ataque estaba bastante atascado por la disposición táctica del Alavés. Canales empezó a salir de la zona cercana al área para venir a recibir, lo que producía que el Alavés fuera más “alegre” a la presión a campo rival. Fallo de Sidnei en la salida de balón, y posteriormente de Canales y Emerson (que hacen que se abra la barrera) para establecer el 0-1. Con la confianza que te da ponerte por delante en el marcador, el Alavés reafirmó su plan y a la hora de recuperar el esférico tuvo más peligro en cada una de sus llegadas. El desmarque siempre se producía al espacio y por las bandas, algo que hacía sufrir a la defensa del Betis, ya que eran los centrales los que tenían que cubrir el espacio de los laterales, proyectados en ataque. Precisamente así llegó el 0-2 de Édgar (y más que podrían haber llegado), de un centro lateral y remate desde el segundo palo tras un desafortunado resbalón de Miranda. El Betis siguió intentándolo con más tesón que creatividad. La idea era clara, mover al Alavés de lado a lado para buscar el hueco, pero en la primera parte, entre las intervenciones de Pacheco y la solidez de la defensa de Laguardia y Lejeune, fue prácticamente imposible crear peligro.
En la segunda mitad empezó “la Masterclass de Manuel Pellegrini”. Entraron Joaquín y Borja Iglesias por Guardado y Ruibal; Canales baja al centro del campo y Juanmi se va a la banda, de modo que en acción de ataque, cuentas con dos delanteros; Joaquín pegado a banda para intentar igualar la superioridad numérica del Alavés en acción defensiva, en las subidas de Emerson; Canales y Fekir alternando creación del centro del campo con las caídas a bandas, donde siempre llegaba a línea de fondo Miranda; todo ello anclado por Guido Rodríguez actuando como pivote.
Pero el Betis siguió atascado por el buen empleo físico del Alavés, que cada vez estaba más encerrado atrás (quizás falto de fuerzas con el pasar de los minutos). La recompensa a tanto esfuerzo llegó con un penalti pitado sobre Nabil Fekir (otro más) que definió a la perfección Borja Iglesias.
Segunda lectura perfecta de Manuel Pellegrini metiendo a Tello en banda izquierda por Juanmi, y cambiando a Guido por William Carvalho. Arriesgada cuanto menos porque el portugués no es de corte defensivo, pero si que recordó a la disposición que tenía con el Betis de Setién, actuando por delante de los centrales, teniendo siempre una exquisita salida de balón. El Betis consiguió el empate a la salida de un córner botado por Canales y cabeceado por Joaquín a la escuadra de Pacheco. Esto dio alas y confianza al Betis, que lejos de guardarse ante un resultado tan adverso, fue a por el partido con la confianza que en estos últimos encuentros atesoran los jugadores verdiblancos. Y la épica llegó con otro golazo. Balón que recupera Borja Iglesias en el centro del campo, que abre a banda para la subida de Emerson desde el lateral, y centro medido del brasileño que aloja al fondo de la red el delantero gallego. Lo que son las cosas en el futbol, pero parece que el Betis por fin tiene a ese delantero por el que pagó 28 millones de euros.
Remontada y partidazo del Real Betis Balompié (de Pellegrini) que hace que el equipo se posicione con 42 puntos a estas alturas del campeonato. Algo impensable para muchos allá por diciembre donde veíamos necesarios esos puntos actuales para acabar la temporada. Y además de todo esto, un aliciente más, próximo partido… el derbi.