A las 21 horas, hoguera de confrontación en el Ramón Sánchez Pizjuán. Sevilla FC y Real Betis vuelven a verse las caras en prime time y con bastante más que tres puntos en juego. A un lado, los de Lopetegui, ansiosos por recuperar puntos, olvidar los tropiezos de las últimas semanas y dar un golpe definitivo en la batalla por la cuarta plaza. Al otro, los de Pellegrini, en el mejor momento de la temporada, sobrados de confianza y con la posibilidad de domir a tres puntos de la Champions League. Agárrense, que vienen curvas.
Porque un derbi es un partido distinto. Eso todos lo sabemos y no me repetiré en discursos y mantras manidos y requeterepetidos. Lo de esta noche va más allá del futbol y de la competición. Es una liga aparte que se juega a ida y vuelta y que esta noche ambos equipos tienen una cita con el desempate. Da igual lo que hayas hecho antes, no importa si llegas mejor o peor que tu rival. En 90 minutos todo puede pasar y aunque a final de temporada quedes por encima, la losa de haber perdido el derbi es demasiado pesada. Y por si fuera poco, sevillistas y béticos llegan esta noche con los puntos en juego más importantes de la temporada. Decir adiós o seguir vivos a solo tres puntos de distancia.
El Sevilla FC de Lopetegui llega tras los varapalos de Dortmund y Barcelona, éste por partida doble. En dos semanas ha perdido las remotas opciones de pelear por LaLiga, quedarse fuera de la final de Copa desperdiciando el 2-0 de la ida y quedando apeado de la Champions ante un rival, que aunque con Haaland, era bastante inferior a nivel global. Y ahora el derbi, que puede ser puntilla o redención. Lopetegui tiene a su equipo bajo de moral, bajo de confianza y con las pilas a medio cargar. Kounde, Suso, Diego Carlos y Ocampos no han entrenado al menos un día en esta semana previa al partido. Entre algodones llegan para tan vital partido, pero por plantilla, presupuesto y rendimiento esta temporada (11 victorias en 18 partidos en 2021) no se le puede dar por muerto ni mucho menos. Competirá. Y si gana no será una sorpresa.
Por su parte, el Betis de Pellegrini llega con la flecha hacia arriba. No pierde desde principios de febrero cuando cayó ante el Barça. Su única derrota de todo 2021, lo que lo convierte en el segundo mejor equipo de La Liga en el nuevo año. Un nuevo año que arrancó con el derbi del Villamarín, donde todo cambió. El Betis empató pero pudo haber ganado perfectamente. Aquella tarde el Betis paso de ser un equipo endeble, timorato y debil para hacerse mayor, competir con cualquiera y tener ese punto de suerte o de calidad para ganar partidos que otrora se hubiera ido por la borda. Suma cuatro victorias seguidas y ahora llega al derbi con la moral a tope y la confianza de saber que, si el partido es largo y es capaz de mantener la portería a cero, tendrá opciones. Pellegrini ha recuperado a Víctor Ruiz y habrá cambios en el once con respecto al partido frente al Alavés. El catalán será titular junto a Manid y Borja Iglesias podría volver a la titularidad, aunque su entrada como revulsivo siempre ha sido sinónimo de goles.
A las 21h de la noche rodará el blón por el césped del Sánchez Pizjuán. Un Pizjuán vacío. Ojalá pronto podamos vivir un derbi de llenos hasta la bandera y de miles de abrazos.
