El Real Betis, que vino de un casi inmerecido tropiezo en el derbi de la pasada jornada, supo reponerse mentalmente del varapalo y aprieta a la Real Sociedad en el 5º puesto.
La mayoría de los béticos ponían en duda sobre si este equipo volvería a la senda de la victoria después de caer contra el Sevilla FC, y también viendo con temor que el juego del equipo no diese para más. Bien lejos de la realidad tras el resultado de ayer, aunque no podemos dejar de tener en cuenta que el partido pudo caer de cualquier lado antes de la genialidad de Nabil Fekir.
Entraron en el once Claudio Bravo, Lainez y Alex Moreno, para refrescar al equipo, que jugó tan solo cinco días atrás. El portero chileno, muy correcto en todas sus intervenciones, casi sin aparente peligro. Alex Moreno fue muy incisivo por su banda. Demuestra que tiene desborde y rapidez, pero debe de corregir la colocación en la faceta defensiva y sobre todo la precisión en centros y disparos en los metros finales. Por último, al joven mejicano se le nota falto de ritmo. Muy timorato, casi no creo peligro en sus acciones por banda.
Salió el Betis con la idea clara de mantener la posesión para hacer recular lo máximo al Levante U.D. y tener controladas las contras. Pero no fue así hasta que pasaron 20 minutos del partido. Demasiada imprecisión en pases fáciles y mala colocación de la defensa en transiciones defensivas que hacían que el Levante pudiese salir al contragolpe con facilidad. También hubo algún que otro fallo de concentración en defensa que bien pudo costar el 0-1 en el marcador. Aunque, con el pasar de los minutos, el Real Betis, también pudo ponerse por delante. Los jugadores del centro del campo verdiblanco entraban más en juego, y el Betis, sobre todo atacaba por banda izquierda con la aportación ya mencionada del lateral catalán, Alex Moreno.
En la segunda mitad, el Levante U.D. se hizo dominador del centro del campo, y el Betis, replegado atrás, esta vez más rocoso en defensa, intentando volver a tener ese dominio que le hace ser peligroso de cara a meta rival. Inconmensurable el partido en defensa de Aissa Mandi. No permitió ni un metro de distancia a Roger, y se anticipó siempre a su marca en centros laterales como en centros aéreos, por no dejar de destacar que cada vez está más acertado a la hora de sacar el balón jugado desde la defensa.
Determinante también por parte de Manuel Pellegrini el cambio de Guido Rodriguez por William Carvalho, manteniendo en el centro del campo a Andrés Guardado. El mejicano aportó equilibrio en el centro del campo y llegada desde segunda línea. Además, estuvo muy acertado en el posicionamiento de transiciones defensivas, cortando alguna que otra contra. También muy destacado a la hora de hacer desplazamientos en largo de una banda a otra.
El partido estaba bastante igualado hasta que Nabil Fekir, “el príncipe de Francia”, se saco de la chistera una jugada que a algunos argentinos les traerá buenos recuerdos, y que, al seleccionador francés, Didier Deschamps, bien podría hacerse replantear la lista que ha dado para el conjunto de la selección francesa.
Una cosa que se observa en este Betis, bien distinta al de conjuntos verdiblancos pasados es que, a pesar de ponerse por delante en el marcador, sigue atacando e intentando terminar con el partido. Buen hacer por parte de Manuel Pellegrini tener esa ambición y esas ganas que se demuestran en el terreno de juego. Jugada a balón parado que Canales centra desde media distancia y Juanmi consigue alojar en las redes de Aitor Fernández ante la mirada de cuatro atacantes verdiblancos, y ante la pasividad de la defensa levantinista. Y pudo caer otro más si al bueno de Nabil Fekir no le da por adornarse en un remate solo, dentro del área y delante del portero que echa fuera tras un taconazo de Canales.
Victoria muy importante de un Real Betis que compite muy bien y a un alto nivel, que apea en la clasificación a un perseguidor de los puestos europeos, y que hace que el conjunto verdiblanco esté más cerca de cumplir el objetivo.