One Day, en español Siempre el mismo día, es una película española dirigida por Real Betis y Atlético de Madrid. Ha sido adaptada a lo largo de las temporadas y está protagonizada por los pupilos del ‘Cholo’ Simeone. Esos personajes capaces de luchar contra viento y marea para, cada vez que se enfrentan a los de verdiblanco, acabar sacando puntos de donde otros equipos solo se llevarían goleadas. Fue estrenada hace ya varios años pero, ya se emita en Madrid o en las pantallas del Benito Villamarín, el beticismo se sabe de memoria el final de la historia. Esta vez, en la edición de 2020/2021, el empate conseguido ante el actual líder de LaLiga Santander supo a los espectadores locales peor que unas palomitas sin sal.
Igualar rápidamente un tanto en contra, ser superior a tu rival y generar numerosas (y claras) ocasiones de gol suele acercar a los equipos de fútbol a la victoria, pero no cuando se trata del Real Betis y el Atlético de Madrid. Los peones del Ingeniero han demostrado esta temporada ser un equipo que compite muy bien ante los primeros clasificados del campeonato liguero, pero al que le fallan las fuerzas –y la puntería– cuando tiene que cerrar los partidos. Las sensaciones fueron idénticas a las que dejaron los de las trece barras, por ejemplo, en el primer #ElGranDerbi del curso. Las mismas sensaciones que llevan a pensar que un punto, contra un equipo situado en puestos de Champions League, es poco cuando estás más cerca del triunfo que de la derrota.
Buena culpa del punto que se llevaron ambos conjuntos la tiene Jan Oblak, tanto la versión eslovena como la chilena. Porque si el arquero del Atlético de Madrid es capaz de sacar manos imposibles a Diego Lainez cuando algunos ya cantaban el gol, el que debería ser dueño y señor de la portería verdiblanca lo que resta de temporada supo hacer lo propio con –como no– Ángel Correa en los compases finales del choque. Claudio Bravo no solo fue determinante ante un futbolista que podría ser hijo del mismísimo Diego Armando Maradona cuando juega contra el Real Betis, sino que demuestra partido sí y partido también que, cuando está sano, es toda una bendición para su zaga y para su equipo.
Pero no solo la portería bética estuvo de enhorabuena ante los colchoneros, sino que el flanco de la defensa que más críticas ha sufrido en lo que va de curso presentó su candidatura para convertirse en una alternativa de garantías para el plan de Manuel Pellegrini. Casi 4 meses después de su último partido con la verdiblanca, Marc Bartra suplía al todavía lesionado Víctor Ruiz en el centro de la zaga. El catalán, que fue titular en el peor tramo de la presente temporada, estuvo a la altura del encuentro. Y si el ex del FC Barcelona disipó cualquier duda atrás, Álex Moreno lo hizo en la faceta ofensiva. Más allá de la asistencia que le brindó a Cristian Tello, el lateral fue ese puñal que tanto necesita el Real Betis por la izquierda.
El entramado de atacantes sin referencia que diseñó el chileno dio mejor resultado del esperado, sacando al verdadero Guido Rodríguez, afinando la actuación de la dupla Joaquín-Fekir a medida que pasaban los minutos y recuperando una parte del mejor Sergio Canales, pero las posibilidades de asentarse en la 5ª plaza se diluyeron con las ocasiones erradas. Y es que, al igual que más de uno echó de menos algunos minutos para Loren Morón, también faltaron los dos puntos que perfeccionasen una jornada hecha a medida para el Real Betis –tras la derrota del Villarreal CF y el empate de la Real Sociedad–. Pero como diría el propio entrenador rojiblanco, hay que seguir yendo partido a partido.