Ángel Haro, presidente del Real Betis, pasó anoche por El Partidazo de Cope hablando sobre la Superliga y la opinión al respecto que tiene como presidente de un club de La Liga y como aficionado al futbol. Haro atendió a Juanma Castaño y opinó, en primer lugar que, «con la información que disponemos estamos en contra de esta liga selecta por muchos motivos: es una liga cerrada donde se merma la meritocracia y es donde estarán los fundadores y los invitados. La meritocracia es algo esencial en algo como el futbol. Aparte del perjuicio económico que se le hace a los clubes y a las ligas».
Preguntado por si cree que finalmente se celebrará esta competición, Haro comentó: «Yo creo que no, pero alomejor soy demasiado optimista. Viendo las reacciones que se están dando en Europa, no solo de clubes, sino de estamentos políticos, creo que no se va a desarrollar. Supondrá algunos cambios en la Champions que se estaba conformando para 2024, pero me gustaría ser optimista en que no se va a organizar, porque la respuesta puede ser incontrolada viendo las reacciones que se están produciendo».
También ha sido preguntando Ángel Haro si es partidario de sancionar a los clubes: «Creo que hay que ser contundente. Veo bien las posturas que se están teniendo desde la UEFA y LaLiga, porque no se puede estar e dos sitios sabiendo que se está generando un perjuicio importante. Estamos valorando que los ingresos ordinarios de los clubes, que son en la mayoría televisivos, bajen en torno al 40% en caso de la liga española. Sería de los que tendría una respuesta contundente. Hay que intentar que no se produzca, pero si la Superliga provoca que los ricos sean más ricos y los equipos que no tengamos ese nivel haya una diferencia todavía más abismal, yo creo que sí hay que ser contundente«.
Preguntado por si queda tocada la relación con estos clubes, Haro ha respondido: «Creo que cada club tiene una circunstancia particular. He podido hablar con alguno y es verdad que el Real Madrid nunca ha ocultado el deseo de tener una superliga; el Barça a veces a favor y otras en contra. Me gustaría escuchar más de primera mano la opinión que tienen, pero con lo que sabemos me parece que es algo insolidario en un momento crítico para todo el futbol y lo que hay es una justificación puramente económica, y si solo tenemos esa motivación nos olvidamos de lo bonito del futbol, la parte que llega a todos los aficionados y los sueños de que un club pequeño pueda ser grande en Europa. Pasaría a ser un deporte controlado por pocas personas».
