El Athletic Club de Marcelino García Toral es un ejemplo perfecto para explicar cómo suele funcionar el efecto de un nuevo entrenador cuando el equipo está en mala dinámica. Ofrece aproximadamente un mes a un nivel mucho más alto pero se termina desinflando. A día de hoy está incluso a un nivel similar de juego del Athletic de Garitano. Quizá sea cuestión de plantilla. De donde no hay es complicado sacar aún más.
El factor físico cobra una relevancia vital para el encuentro de hoy. El Athletic ha disputado muchos partidos entre enero y febrero, jugando LaLiga, La Copa y la Supercopa de España. Y claro, evidentemente, ha afectado mucho al devenir de la dinámica bilbaína en estas últimas semanas: futbolistas forzando para jugar las finales, problemas físicos, fatiga física… Otro factor que es fundamental es el tema psicológico: haber perdido dos finales en dos semanas dando una muy mala imagen.
A pesar de haber disputado ya dos encuentros frente a los leones, este es un contexto totalmente opuesto a aquellas fechas. Otro registro que el Betis debe dominar es la salida de balón; la del Athletic no va a poder ser tan agresiva por su estado físico y los de Pellegrini tienen argumentos para poder salir, centralizando las responsabilidades en Bravo, Mandi y Sergio Canales. Quedan siete jornadas de liga y los verdiblancos continúan de lleno en la lucha europea.