El fútbol es tan complejo como sencillo, y en una de sus ecuaciones más simples se detalla que ganar lo cura todo. Aquí, dos más dos no siempre son cuatro, pero ganar siempre es igual a trabajo realizado y fin del problema. La cuestión es que al Betis no le han salido las cuentas en ningún momento de la temporada y en esa incertidumbre de no saber resolver los problemas se le han ido creando muchos más por derivación: el portero, la defensa, los delanteros, el entrenador, la directiva, la afición, la prensa… De todos no puede ser la culpa ni tantos culpables pueden existir, pero es lo que pasa cuando no ganas. Cuando no se puede hablar de goleadores o victorias se habla de otras cosas. Súmenle la frustración y la ecuación se despejará sola.
Y en esas anda el Betis, en la búsqueda de la fórmula que le haga ganar. Hoy es un partido importante, pues en caso de victoria dirá adiós definitivamente al fantasma del descenso pues aventajaría al Mallorca en doce puntos más golaverage con nueve por disputarse. Alexis quiere volver a ganar, pues solo ha sumado cuatro puntos desde su llegada al banquillo verdiblanco y la única victoria fue en casa ante el colista Espanyol. Sin Canales por sanción pero con el regreso de Fekir. Se anuncian rotaciones y la más significativa puede ser en la portería, donde el señalado Joel Robles podría dejar su puesto a un Dani Martín que ahora lo ponen como remedio cuando hace un mes era una condena.
Enfrente, un CA Osasuna que respira en la zona media de la tabla con la salvación garantizada en su regreso a la Primera División y que suma cuatro jornadas consecutivas sin perder, con tres victorias y un empate. Sin el Chimy Ávila, Rubén García ha tomado la responsabilidad del gol y ya lleva ocho. Osasuna ha marcado 40 goles esta temporada (cuatro menos que el Betis) de los que tan solo 18 han sido lejos de El Sadar. Con cinco victorias y seis derrotas fuera de casa. Mejores números de un Betis que ha ganado ocho partidos en el Villamarín.
A las 20:30 (y gracias) recibirá el Real Betis a un Osasuna plagado de bajas, sobre todo en ataque y en un partido donde las altas temperaturas afectarán a ambos equipos. Se retrasó desde las siete y media, que no es mucho pero algo es algo, y se esperan 32º a la hora del partido. Pero ganar es ganar y si el Betis gana más de uno esta noche no enciende ni el ventilador.