El Real Betis cae derrotado por la mínima frente al Real Madrid en un partido donde mejoró en defensa gracias a Guido y Pezzella, pero dejó mucho que desear en actitud y creación de juego. Juanmi falló un mano a mano en la jugada que precedió al gol de Carvajal. El Betis suma dos puntos en tres partidos.
Perder frente al Real Madrid es algo que entra dentro de los planes. Salir a especular, jugando en casa y desaprovechando un estadio como el Benito Villamarín es un tiro en el pie. El Betis lleva meses jugando con una parsimonia preocupante e inexplicable. Como si los partidos fueran eternos y supiera que acabará ganando. Pero la realidad es que en esta liga pocos equipos ganan solamente por calidad, hay que demostrar mucho más. Y en eso el Betis lleva suspendiendo mucho tiempo.
Y eso que hoy el Betis mejoró mucho en defensa. La aparición de Guido y Pezzella le dio seguridad y jerarquía al equipo, algo más que necesario y prioritario para competir. Pero falló en intensidad. Nula. Solo apareciendo en jugadas puntuales, cometiendo errores no forzados a montones y sin ser capaz de dar tres pases seguidos. Todo consecuencia de la nefasta intensidad y concentración. Y eso que el Real Madrid hoy no asustaba tanto como en otras ocasiones. La realidad es que, si el Madrid llega a venir con todo, se lleva un saco de goles, pero el Betis se puede dar con un canto en los dientes por encajar solo un gol.
El cero a cero pendía de un hilo, sobre todo al arrancar la segunda parte. El Betis salió del descanso adormilado, quizás acomplejado por cargarse de tarjetas en la primera parte. Canales, Pezzella, Fekir, Aitor… y muy pronto Montoya en la segunda parte. El Madrid creció con más posesión, con un Betis desdibujado y que cada vez tenía que sacar balones más cerca de la portería de Rui Silva. Hasta que en una de esas los de Ancelotti se llevaron el gato al agua al aprovechar Carvajal un centro desde la banda que empaló de primeras, solo de marca e imposible para Rui Silva. El problema se acrecentó porque en la jugada de antes Juanmi se quedó solo ante Courtois y en vez de tirar y terminar jugada, erró en el pase y se la regaló al defensor propiciando la contra.
El Betis pareció despertar tras el gol, pero fue un espejismo. Pellegrini dio entrada a Camarasa por Guardad y Tello por Ruibal, pero el Betis no mejoró. Seguía siendo incapaz de crecer desde la posesión y no supo aprovechar los pasitos atrás que daba el Madrid de vez en cuando para cerrar filas. Incluso el segundo de los merengues estuvo más cerca después de entrar Hazard y Asensio.
El Betis tendría la última en botas de Montoya. Ya en el 96, Tello entra en el área por velocidad después de un buen pase filtrado, regala el pase al corazón del área pero Montoya se la echa a las manos a Courtois en un disparo blandito y fácil.
Los de Pellegrini suman su primera derrota de la temporada, la primera desde el mes de marzo y se quedan con dos puntos de nueve posibles. Ahora, parón de selecciones para refrescar ideas, recuperar jugadores y, quién sabe, si fichar algo que despierte a este equipo. Ya no es cosa del equilibrio de la plantilla ni de los problemas defensivos, es de no salir al campo como debe salir un equipo al campo.