El Real Betis ha realizado una temporada nefasta. Rubi no ha conseguido transmitir su idea de fútbol a los jugadores y, por ende, no ha logrado plasmar sus conceptos en el césped. El equipo ha tenido muchas dificultades a nivel táctico y por ello, Manuel Pellegrini tiene trabajo con la plantilla que posee. Pero, ¿en qué ha fallado el Real Betis 19/20 y qué necesita cambiar de cara a la próxima temporada?
En primer lugar, el equipo de Rubi ha tenido la transición ataque-defensa como principal carencia. Ha atacado muy mal: ocupando erróneamente los espacios, perdiendo en zonas sensibles y teniendo dificultades para juntar pases y tener un bloque compacto en campo rival para recuperar tras pérdida. Y es ahí donde sus rivales han sacado contragolpes en superioridad numérica para generarle ocasiones a los verdiblancos.
A la hora de defender, los de Heliópolis siguen sin encontrar un punto de equilibrio y contundencia. Defendiendo ordenado y replegado sufre (por perfil de jugadores), pero tampoco ha sabido presionar. Ha tenido problemas defensivos a todos los niveles. Para colmo, a esto se le suma una nefasta campaña a nivel individual de los centrales. Va a necesitar, sin duda, centrales de mayor contundencia.
En salida de balón, ha tenido carencias que han obligado a Sergio Canales y a Nabil Fekir (en algunos tramos) a pisar la base de jugada, muy lejos de portería rival. Sigue necesitando ese pivote de un perfil «constructor»: anclándose entre centrales, permitiendo a los laterales adquirir altura, a Canales despreocuparse de esas tareas de creación, fino en la asociación… Guido está mejorando en esto, pero aún tiene que evolucionar.
Y en ataque posicional, el conjunto de Rubi ha tenido muchas dificultades. Ha estado completamente entregado a la calidad individual de sus jugadores de calidad. No hemos visto en ningún tramo de la temporada automatismos claros, conceptos asumidos… ahí ha sufrido el equipo, porque todo está relacionado. No logras ser vertical, eres incapaz de finalizar jugadas, pero tampoco estás ordenado para perder y recuperar rápido. El resultado: pierdes balón en mala situación y te contragolpean, el problema que ha acompañado al equipo durante todo el año.
Una serie de condicionantes, de facetas del juego que el equipo no ha dominado, y que se han acabado traduciendo en dificultades para desarrollar un fútbol coherente y competitivo. Este equipo tiene carencias, y Manuel Pellegrini, junto a Antonio Cordón, poco tiempo para resolverlas.