Joel (3). La peor noticia de una tarde que invitaba a pensar en noche ‘halloweenesca’ llegaba a una hora del comienzo del partido, con la lesión de Claudio Bravo. Suponía el regreso -forzado- de Joel a la titularidad. Y la tónica fue la de siempre con el madrileño: tiros que casi se cuentan por goles y nerviosismo contagiable a todos sus compañeros de la línea. No puede ser casualidad que los primeros errores de Mandi y Bartra en esta temporada hayan llegado con él en la portería.
Emerson (4). Se hace muy difícil para el que escribe valorar la actuación de un futbolista que fue protagonista -involuntario- de una de las jugadas más comentadas y cuestionadas de la noche: la expulsión que abrió el show de despropósitos de De Burgos Bengoetxea y el VAR. Si ignoramos esa acción, el remanente tiende hacia la inconsistencia y un nerviosismo exacerbado y casi injustificable, merced a la amarilla que vio merecidamente por su pisotón a Casemiro. Será baja ante el Getafe.
Mandi (7). El mejor, con diferencia, de toda la defensa. Parece incuestionable que el franco-argelino ha recuperado su mejor nivel. Fue el que menos sufrió ante la movilidad de Benzema y las constantes llegadas de Valverde, Isco y Modric. Autor del 1-1 con un gran cabezazo.
Bartra (5). Mientras el partido de fútbol fue digno de ese calificativo, el catalán fue de menos a más. Anuló a Jovic primero y a Mayoral después, pero se mostró demasiado dubitativo y errático en el inicio del encuentro. En parte, porque pareció echar de menos la sobriedad bajo los palos de Claudio Bravo. Sale inmerecidamente en la foto del penalti que precede el 2-3.
Álex Moreno (4). Su partido se antoja muy similar al de Emerson, acentuado porque los dos primeros goles del Madrid llegaron por su banda y ligeramente maquillado porque en ataque aportó más que el brasileño. Entrará en la historia como el primer futbolista en habilitar con el codo a un rival en fuera de juego.
Guido Rodríguez (8). Cada día, es mejor futbolista. Pocos jugadores entienden como él qué necesita el partido en cada momento. Y el argentino, además, es capaz de darlo. En la plaza más difícil de lo que llevamos de campaña, toreó el temporal con una garra y un carácter que pocos verdiblancos han demostrado en el pasado reciente.
William Carvalho (8). Otro que, como Guido, está mostrando en este inicio de temporada su mejor versión con la camiseta de las trece barras. Ya no es que cada balón pase por sus pies, es que siempre sale mejor de cómo le llegara al portugués. Otro gol para su cuenta, que serían dos si Courtois no tocase el banderín de córner cada vez que abre los brazos.
Canales (8). Mientras el equipo arbitral le mantuvo metafóricamente en el campo, fue el mejor de los que se vistieron de corto. Si el cántabro agita la batuta, la orquesta bética afina mejor que la Filarmónica de Viena. Y ante el Real Madrid, hubo momentos en los que el repertorio sonó a música celestial.
Fekir (7). Aún no parece estar físicamente al 100%, ni haber alcanzado su pico de forma. Pues ni con esas deja de ser un jugador diferente a los demás. Cada vez que coge la pelota, el espectador (ahora, sólo desde casa) siente que algo puede pasar.
Joaquín (6). En la primera parte, jugó sus mejores minutos de lo que llevamos de temporada. Es cierto que le faltó algo de velocidad para desbordar a Mendy, Varane y compañía, pero lo compensó con centros de primerísima categoría y balones filtrados entre los centrales.
Sanabria (7). Gran partido del paraguayo en su regreso al Villamarín -y la titularidad- más de 20 meses después. Jugó de espaldas, se creó sus propias ocasiones y rubricó un centro de Álex Moreno con un remate perfecto ante el que Courtois, para su desgracia, se hizo grande. En otras palabras, en su nuevo primer día, hizo lo que se lleva un año exigiendo a cierto compañero suyo.
Tello (5). Entró por Joaquín para dar velocidad al ataque y lo cierto es que no aportó demasiada. No obstante, su partido ha de analizarse en el contexto correspondiente. Y es que no se puede evaluar de la misma manera al que sólo jugó en igualdad de condiciones (con once, vaya) durante cinco minutos. Ya no digamos si, inmediatamente después, el árbitro y el VAR señalan penalti en una mano involuntaria que, para más inri, llega precedida de un forcejeo que puede ser falta y un posible fuera de juego.
Montoya (6). Fue la primera consecuencia de la expulsión que cambió el partido. Y no hubiese sido descabellado que saltase antes al campo, dados los errores que estaban cometiendo los dos laterales. Las circunstancias le obligaron a medir sus incorporaciones en ataque, mientras que en defensa estuvo correcto. Será titular ante el Getafe por la sanción de Emerson.
Loren (5). Como Tello, su ‘5’ casi equivale a un ‘Sin calificar’. Tuvo 25 minutos, es cierto. Pero jugando con diez y arrastrando el desgaste mental que supuso para todos sus compañeros el esperpéntico arbitraje de De Burgos Bengoetxea y González González desde el VAR. No hubo una oportunidad auténtica de comprobar cómo se ha recuperado el marbellí del Covid-19.